Los Andes

Todos sabemos que los tiempos cambian, pero el cómo cambian y en qué se diferencian las costumbres de antes con las de ahora, nos permite conocernos mejor e intuir hacia dónde vamos.

Hay mucha gente que lo tiene claro: con el tiempo estamos perdiendo el patriotismo. “Mucho antes, en Fiestas Patrias, toda la gente se abrazaba como en navidad; ahora solo habré visto dos o tres personas en la calle que se abracen�, refiere el educador Percy Zaga Bustinza.

Pero hay más. Antes (se habla de 30 años, más o menos), todo desfile era motivo para renovar el uniforme de los menores. El desfile era un hecho de importancia familiar; así, toda la familia acudía a la Plaza de Armas, lugar tradicional del desfile; ahora, en cambio, hay muchos casos donde ni se enteran. “La familia giraba alrededor del menor que iba a desfilar�, refiere el educador.

La serenata, más que un espectáculo dispuesto para la borrachera, tenía un aire cercano a una actuación escolar, en la que muchos jóvenes y señoritas tenían la oportunidad de demostrar sus dotes artísticas. No se armaba un escenario, pero sí se disponía lo necesario para una presentación. Las estudiantinas eran las protagonistas y, en general. en primer plano estaba la música regional.

Ahora el protagonista es el alcohol. Los nostálgicos aseguran que ahora se da un consumo abusivo de bebidas embriagantes y que, antaño, las escenas lastimosas de gente durmiendo en las calles eran, prácticamente, inimaginables.

COSTUMBRES OLVIDADAS

Para darse cuenta de la importancia de Fiestas Patrias para otras generaciones, basta con mencionar que, con motivo de ellas, se organizaban más eventos como encuentros futbolísticos, corridas de toros y paseo de faroles.

Por lo general, se invitaba a un club reconocido de la región de Arequipa o, mejor aún, a un equipo profesional boliviano. Estos encuentros eran organizados en homenaje a la patria, indica Zaga Bustinza.

En el ya desaparecido Coso Arenas del Lago se organizaban corridas hasta con cuatro toros de muerte (uno solo de muerte ya indica que el evento es importante). A esta actividad asistían hasta familias enteras y grupos de amigos.

Los escolares organizaban los paseos de faroles. Estos eventos era muy significativos. “Antes, en la elaboración de un farol, intervenía la familia; usaban su inventiva. Ahora salen a la calle a comprar un farol chino�, refiere el educador. Los faroles tenían formas alusivas a la patria: escudos nacionales, el monitor Huáscar y otros. Hoy, esta costumbre se ha trasladado al aniversario de Puno o a los aniversarios de cada centro educativo.

Otra de las costumbres desaparecidas es la preparación de vitrinas alusivas a Fiestas Patrias. En ellas se recreaba, en pequeño, escenas memorables para nuestra patria, como el sueño de San Martín, la inmolación de Alfonso Ugarte, la batalla de Junín y otros. Participaban las tiendas ubicadas en los jirones Lima y Arequipa, principalmente.

¡VIVA EL PERÚ, MUERA CHILE!

Puede tener tintes xenofóbicos, pero el espíritu de revancha contra el vecino del sur estaba muy presente en Fiestas Patrias. Había viejos que vivieron en carne propia la ocupación chilena o habían hijos de víctimas de los excesos de la invasión; por eso, la herida estaba fresca. “Muchos crecimos con la idea de que tarde o temprano los peruanos teníamos que recuperar Arica y Tarapacá�, explica Percy Zaga.

Hoy, muchos años después, nos hemos vuelto muy blandos con los vecinos. A lo más, cuando hay un partido, ese viejo espíritu revive, “pero luego vamos a comprar a una farmacia chilena�, explica.