Los Andes

Vecinos del barrio San Antonio de la ciudad de Puno aseguran que la delincuencia es constante en su sector, pues cada noche oyen gritos de auxilio, tanto de jóvenes como de señoritas, mientras que en el día personas de mal vivir se reúnen a consumir bebidas alcohólicas en las tiendas aledañas, poniendo en riesgo a los vecinos.

La causa de esto son las cantinas clandestinas que siguen funcionando, a pesar de las amonestaciones de los vecinos; asimismo, los campeonatos que se organizan los fines de semana.

La preocupación de los vecinos es alta y por eso piden a la Municipalidad Provincial de Puno que mande a serenazgo y a la Policía Nacional, para que hagan rondas, sobre todo en horas de la noche, por los jirones Elías Aguirre, Enrique Ansieta y Salcedo. Para este último piden también alumbrado público.

“Yo cierro mi tienda a las seis de la tarde porque a partir de las siete ya empiezan a venir personas de mal vivir, todas las noches se oyen gritos pidiendo auxilio. pero los vecinos no salimos por miedo a represalias�, aseguró una vecina.