Los Andes

La región Puno tiene vestigios precolombinos que aún tienen que ser investigados y puestos en valor, para posteriormente ser mostrados al mundo académico y finalmente ponerlos en vitrina para que los turistas de otras latitudes puedan interesarse por los hallazgos y buscar la forma de arribar a la región, con lo que los destinos turísticos planos y comunes se dejarían de lado, para exaltar la nueva forma de turismo, ese mercado que en el viejo continente es conocido como el “turismo de inmersión� donde los visitantes nacionales y extranjeros cohabitan con los naturales, conviven con los hospedantes, cocinan, alimentan al ganado, duermen y prácticamente son “reconocidos� como parte de la familia. Esta forma de aperturar el turismo en nuestra zona altiplánica podría ser un gran envión para la industria sin chimeneas, porque nosotros tenemos comunidades nativas originarias que viven como hace miles de años y no han perdido sus usos y costumbres.

Es preciso señalar que las fuentes de la Dirección Regional de Turismo indican que en los últimos meses existe una gran afluencia de turistas en la región Puno; fuentes extraoficiales indican que la cobertura de camas en los hoteles y hospedajes es mínimo y como si fuera poco, los guías de turismo en combina con la agencias de viajes prácticamente “secuestran� a los visitantes, ofreciéndoles lugares de visita más asequibles y que rápidamente les será rentable a ese grupo que dicho sea de paso no aportan en nada para la comunidad (entendiendo que en otros países los empresarios del turismo se reúnen y realizan inversiones fabulosas para promocionar lo que tienen y diversifican las rutas de turismo, porque entienden que de esa forma todos saldrán ganando) y solamente ven engordar sus billeteras en detrimento de la industria sin chimeneas que podría desarrollarse en Puno.

Ahora los viajeros están interesados en conocer la cultura, saber sobre las bondades y las debilidades de una civilización que fue sometida, por ello es importante ampliar las rutas de turismo, por ejemplo en Puno los principales destinos del turismo son Sillustani, los Uros, el Titicaca, Amantaní y Taquile. Pero el complejo arqueológico de Cutimbo es una veta de oro que no se quiere explotar porque no les da la gana a nuestras autoridades, en ese lugar se erigen chullpas majestuosamente construidas, tienen restos de pinturas rupestres, paisaje andino impenetrable para los envidiosos y lógicamente el turismo vivencial podría ser adecuadamente puesto en valor, porque a las faldas del cerro Cutimbo Grande nació y creció el indigenista Manuel Z. Camacho. De Cutimbo, podríamos pasar a Molino, donde existen aún cuevas donde se enterraron a nuestros antepasados y como en estas zonas la comunidad está latente, podría declararse reservas naturales y desde esa perspectiva incrementar el “turismo de inmersión�. Es hora de ampliar las rutas de frontera turística para elevar la economía regional.