Historia

La historia de los diarios es de larga data en el mundo. Si bien el alemán Johann Gutenberg tras inventar la imprenta el año 1440 hiciera la primera publicación “Biblia de 42 líneas”, recién después de casi doscientos años, en Francia, el año 1605 aparece el primer diario impreso (Strassburger Relation); antes Alemania, el año 1457, logra una publicación periódica “Nurenberg Zeitung”. El Perú es pionero de las publicaciones periódicas en América, no solo de Latinoamérica sino del continente. El año 1700 en Perú apareció el “Diario de noticias sobresalientes de Lima y noticias de Europa”, luego el 1704 en Estados Unidos se publicó “Boston Newsletter”.

Los diarios regionales en el Perú se instalan como una viva expresión del sentimiento colectivo de las provincias alejadas de la capital peruana. Puno fue uno de los departamentos más prolijos en producción intelectual, personajes de la talla de José Antonio Encinas, Federico More y Arturo Peralta, inspiraron la producción de un gran número de diario en esta región. Entre los más importante se encuentra Los Andes.

La historia de Los Andes, el único diario que circula hasta la actualidad, inicia el 12 de octubre de 1928, fundado por tres personajes Ignacio Frisancho, Carlos Barreda y José Herrera; la primera edición salió con el lema “diario noticioso al servicio de los intereses del departamento” y se editó en la imprenta de J.G. Herrera, luego fue trasladado a Jr. Lima a la casa de Ignacio Frisancho; en la actualidad se edita en la Av. Floral.

Esta primera generación de Los Andes dirigida por Ignacio Frisancho Macedo enarboló desde el inicio, la defensa de libertades y estuvo muy identificado con la visión moderna del mundo, la primera edición se editó en linotipo y solo 4 páginas y en ediciones vespertinas.

Tiempo después, el año 1963, el periodista Samuel Frisancho Pineda inicia la segunda generación de Los Andes y plasmó en estas páginas la defensa de libertades públicas, encaminó el desarrollo regional, acompañó a las autoridades a gestionar las vías de comunicación, construcción del hospital regional, la reapertura de la Universidad Nacional del Altiplano y la central hidroeléctrica de San Gabán.

Samuel Frisancho también es recordado por la edición de 17 “Álbumes de Oro”, un documento valioso para acuciosos investigadores sobre la vida en el altiplano, allí se plasmó la bibliografía de ilustres personajes que contribuyeron a la nación, la historia de cada pueblo de Puno y una variada literatura que brilla en el sur del Perú.

Con el cambio de dirección, inicia la tercera generación bajo el liderazgo de Emperatriz Frisancho Murillo, quien renueva la maquinaria imponiendo la utilización de impresora offset, el año 1995, así Los Andes luce a colores y se inserta a los estándares nacionales; sin embargo, el año 2014, deja de circular el diario por problemas económicos.

La cuarta generación de Los Andes llega bajo el liderazgo del periodista René Alfredo Calderón Vilca, quien reactiva la edición impresa del diario volviendo a circulación el 13 de marzo del año 2006; consolidando la defensa de los valores, la identidad puneña, la cultura andina y la defensa del medio ambiente. En lo tecnológico, Los Andes incursiona a los estándares mundiales de impresión un 21 de noviembre de 2012, cuando inicia el funcionamiento de la rotativa “Suburban 1,100 – Goss”, una maquinaria de impresión de gran tiraje y a todo a color, exclusiva para impresión de periódicos y mejora notablemente su tiraje.

La quinta generación inicia el año 2016, bajo el liderazgo de Hipólito Batallanos Anccasi, empresario que mejoró sustancialmente la tecnología de impresión y expandió el diario puneño hacia Arequipa, consolidándolo como el único vocero tradicional y el principal baluarte escrito de la región Puno y el sur del Perú.

Un diario es la viva expresión de una sociedad, un diario responsable no solo registra hechos cotidianos, sino tiene el papel fundamental de interpretar las expectativas de la población, visibiliza las necesidades, hace suya las aspiraciones colectivas, recoge la opinión de la élite intelectual, refuerza la identidad colectiva, cuestiona los antivalores y finalmente acompaña a su clase política desde un rol crítico pero constructivo. En fin, un diario puede ser simplemente la caja de resonancia de una sociedad o el faro que ilumina, Los Andes históricamente cumple ese papel de construir una mejor sociedad.