César Millán
Los perros se desenvuelven en el mundo primero mediante el olfato, luego mediante los ojos y, por último, mediante el oído. El olfato es su sentido más desarrollado. «Ver es creer» se traduciría para un perro en «oler es creer». Así que no te molestes en gritarle al perro; es la energía y el olor a lo que ellos prestan atención, y no a las palabras.
Los perros se comunican entre ellos —y con otros animales— utilizando el olor, el lenguaje corporal y la energía. También se comunican contigo constantemente, aunque puede que no seamos conscientes de las señales que le envías. A un perro es imposible mentirle sobre tu estado de ánimo.
Los perros tienen grabado el sentido de la manada. Si no eres un líder para él, tu perro intentará compensar esa carencia y mostrará un comportamiento dominante o inestable.
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