Por César Millán, el “Encantador de perros”
No importa cuánto dinero o poder puedas acaparar, cuántos títulos universitarios o cuántas obras de arte de incalculable valor puedas poseer: a tus perros les importa un comino. A ellos lo que de verdad les interesa es la estabilidad que se desprende de ti, porque siendo animales gregarios como son, esa estabilidad les afecta de un modo directo.
Ellos saben interpretar lo cómodo que te sientes contigo mismo, si eres feliz, si sientes miedo y qué es lo que te falta en el interior. No pueden decírtelo con palabras, pero saben exactamente quién eres. A una persona puedes preguntarle «¿Eres feliz?». Existen algunos que te contestarán «¡Por supuesto!», bien escondiendo la realidad, bien por no darse cuenta de que en el fondo no lo son. Entonces miras a su perro. El animal no puede ocultar sus emociones, y puede mostrar con absoluta claridad que no es feliz. Al analizar a un perro se puede saber lo estable o inestable que es su compañero humano.
Nuestros perros son el espejo en el que nos miramos. ¿Te has mirado últimamente en el tuyo? Al mejorar nuestra energía firme y serena no sólo mejorará nuestro perro, sino nuestra vida. Nuestras mascotas pueden conducirnos al equilibrio con el que la naturaleza quiso dotarnos, pero sólo si estamos dispuestos a seguirlos.
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