¿Corrupto? El Ivanov habría hecho un faenón con el Parque del Niño. Y es que gastó todo un dineral por solo pintar unas paredes y hacer retoques con cemento. ¿O es a él a quien se la hicieron, viéndole la cara y sabiendo de que solamente sabía sonreír y sacar pecho? ¡Ay, este cumpita!
Lamentable. Como para no perder la costumbre, un agente de la penepe se dejó atrapar ebrio cuando manejaba una mototaxi. Al parecer le ganó el deseo de que su institución crezca en intervenciones, por lo que se sumó a los choferes ebrios. Lo malo es que atentaba contra la integridad de los peatones. ¡Mal!
Responden. El “Uno” del Gobierno puneño, o sea, el Hermano Valter, sacó sus cartas y denunció a aquellos que lo denunciaron desde Moquegua. Según parece, desistió de intentar prenderle fuego a algunas instituciones y, en vez de eso, le prendió fuego a su corazón. ¿Alguien le dijo sobre la compostura? ¡Al fin!

Triste. Otra vez nuestras benditas autoridades se comportaron como niños. Por un lado, el Sukakahua haciendo todo lo posible para que la fiesta de la parada sea en la avenida Andrés Avelino y por el otro el máster de la Fredac, dándole la contra. Por estos caprichitos, un poco más y la fiesta se va por la borda. ¡Hasta cuándo seguiremos así!
Envidiosos. Los portaleros de la UNA, conscientes de que están volviéndose historia, buscan ganar como sea el premio que el tío Pollo Gordo otorga como cada año. Tal es su afán de hacerse con este premio, que iniciaron una campaña demoledora mediante el Facebook. Y lo que es peor, por ahí se rumora que andan presionando a gente. ¿Cómo?
Salvador. El Martincito hizo un recambio en sus plantel de ministros e incluyó como líder al Pantaleón de las Visitadoras. Y también al “Techito” Bruce, como para que haya para todos los gustos. Ojalá que con este cambio se fijen un poco más en nuestro querido altiplano. ¡Ojalá!
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