Pobladores de la cuenca Coata (Puno) y el Llallimayo (Melgar) solicitan la declaratoria de emergencia frente a los altos índices de contaminación del agua que beben todos los días
COATA
El Departamento de Salud Ambiental de la Dirección Regional de Salud de Puno, mediante un estudio, confirmó la existencia de metales pesados en los pozos donde los pobladores de la cuenca del río Coata, toman agua para preparar sus alimentos.
Los resultados de calidad de agua para el consumo humano, realizado en setiembre de 2018, que se hicieron públicos a fines del año pasado, revelan que el grado de metales es alto.
Según relata su dirigente, Felix Suasaca Suasaca, se tomó muestras de ocho pozos de distintos puntos donde habitualmente los pobladores acuden a extraer agua, de un total de 50 pozos.
En el informe de ensayo N°0526-2018-LM, se corroboró que los campesinos toman líquido cuyos metales pesados superan los límites máximos permisibles. Es el caso del boro, hierro, manganeso, sodio y arsénico.
Según refiere el dirigente, lo permitido de arsénico es 0.01 miligramos por litro de agua, según parámetros establecidos por el Ministerio de Salud. Sin embargo, los resultados de laboratorio el nivel de arsénico es de 0.7 a 0.9 por mg/L. lo cual supera los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
DECLARATORIA
En ese marco, la sociedad civil junto a sus autoridades locales, han iniciado una campaña para que el Estado declare en emergencia dicha localidad. Actualmente ya se ha elaborado un informe, el cual se encuentra en manos del Gobierno Regional de Puno, quienes deberán de enviarlo a la Presidencia del Consejo de Ministros.
OTRA HISTORIA
El mismo caso, sucede en la provincia de Melgar, en el sector Llallimayo, en donde, desde hace muchos años la minera Aruntani S.A.C. ha contaminado su río y la tierra
Según el ministro de Energía y Minas (MEM), la minera habría dejado de explotar minerales, pero el caso fue desmentido por los mismos pobladores quienes, hace una semana arribaron al Gobierno Regional de Puno para seguir los pasos de los pobladores de Coata, y exigir que su pueblo también sea declarado en emergencia.
“La minera está realizando explotación de minerales mediante los destajos Andrés y Carlos Este, inclusive este último se viene aperturando recién. Nuestro río está de color anaranjado, y nadie hace nada”, señala el presidente de la Central de Barrios de Melgar, Asunto Pacori.
En ese marco, exigieron a la autoridad regional que se viabilice una declaratoria de emergencia, al, cuyo problema será sustentado en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Sin embargo, en este caso, el proceso es mucho más largo, ya que primero tiene que ser evaluado por varias instancias locales y el mismo gobierno regional. Mientras tanto, la contaminación seguirá afectando a miles de pobladores puneños.
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