Brigitte Colque Zegarra.
La tecnología invadió nuestros estilos de vida. Si una persona permanece por más de 4 horas pendiente del celular, revisando redes sociales, tal actitud podría ser declarada como una tecnoadicción o dependencia electrónica.
Según especialistas, en la actualidad esta adicción puede equipararse a las adicciones por estupefacientes como el consumo de marihuana, licor y cocaína.
“Podemos darnos cuenta de ello, en estudios realizados por el Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro)”, confirma el jefe del Área de Psiquiatría del hospital Honorio Delgado, Alberto Monroy Meza.
Este mal, afecta la conducta de las personas. Los más afectados son los menores de edad y tiene un efecto rebote en la familia donde se observa la intrusión de los medios tecnológicos durante los momentos que se comparte con los seres queridos.
Los niños pueden estar enganchados a los aparatos electrónicos como celulares, tablets o computadoras hasta por más de 7 horas.
Esta situación, en un futuro próximo, deviene en comportamientos que afectan la comunicación del menor con respecto a su familia y entorno. Deja de jugar con sus amigos porque prefiere los videojuegos o internet para entretenerse.
“La moderna adicción puede originar cambios notorios en el comportamiento de la persona. Lamentablemente los juegos en línea, internet y redes sociales, están muy arraigados en niños y adolescentes”, expresó Monroy Meza.
El contenido en esta ciberdependencia, suele ser perniciosa debido a que los videojuegos muestran violencia generando cambios en los menores que se encuentran bajo su influencia.
Los consumidores de estos productos pueden llegar a mostrar un comportamiento irascible y violento. La irritabilidad se hace una constante.
TIEMPO
En 2016, Cedro realizó un estudio sobre uso y abuso de las redes sociales digitales en adolescentes y jóvenes.
En una muestra de 10 grupos focales en costa, sierra y selva, los consultados refirieron pasar en internet un mínimo de una hora diaria y un máximo de 15 horas, de lunes a jueves, de manera que en promedio pasan en internet casi 3 horas diarias.
De este resultado se puede concluir que aquellos adolescentes que pasan 15 horas diarias conectados a internet y pendientes de lo que sucede, viven solo para ese mundo virtual.
En ese sentido, ya no se trataría de una actividad de entretenimiento o una necesidad de estar comunicados con el mundo, sino, probablemente, de un problema relacionado al control de impulsos.
QUÉ HACEN
No solamente los jóvenes utilizan la tecnología para videojuegos o buscar información. Según el estudio de Cedro, el uso de esos equipos se da con mayor presencia en menores de 12 años a jóvenes de 24 años.
Aquí destaca un problema referido a la exposición de su intimidad, ya que la red social más usada por los adolescentes es el Facebook, con el 54% de preferencias.
En segundo lugar, optan por YouTube (27%). En tercer lugar, mencionan a Hotmail (Outlook) y Gmail, que sumados tienen un 27% de preferencia.
“No solo se pone en riesgo su salud mental, sino su integridad física. Hemos visto como personas inescrupulosas contactan a menores por este medio con perjudiciales intereses”, sostiene la psicóloga, Rocío Aragón Durand.
En el hospital Honorio Delgado Espinoza se registran consultas que van desde los 9 años, en adelante.
Se entiende que esta situación se genera porque algunos padres están asumiendo la actitud negativa de permitir el acceso de los menores a celulares o tablets.
Los síntomas, suelen ser iguales a los que presentan los adictos a las drogas, como el síndrome de abstinencia que consiste en una serie de reacciones físicas que aparecen cuando una persona deja de consumir drogas.
También se altera el estado de salud de la persona dependiente.
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