María Cristina Tito Chambi.
A mediados de 2017, unos compañeros de la universidad donde estudia, a quien llamaremos Enzo, crearon un perfil falso de Facebook, con la intención de hacerlo quedar mal.
A esa página, subían fotografías de Enzo con mensajes que aseguraban que tenía una orientación sexual distinta.
Colocaban mensajes con palabras soeces, que dañaban su imagen y que hizo que el resto de sus compañeros dudara de su orientación sexual.
El terror acabó cuando Enzo se puso fuerte y amenazó con denunciarlos por difamación.
Acudió primero al departamento de Alta Tecnología de la Policía Nacional, donde mostró las publicaciones que habían hecho. Sin embargo, antes que proceda con la denuncia, la página desapareció.
DIFAMACIÓN EN FACEBOOK
El caso de Enzo no es el único. En Facebook, la red social más usada por las personas, se puede encontrar diversas publicaciones donde se habla mal de una persona.
En una publicación del 6 de marzo en el grupo de Facebook “Compra y Venta – Arequipa”, una ciudadana de nombre Beliz C. tilda de estafadora a Nicole S. T., asegurando que le vendió un celular robado y que después de la venta nunca más le contestó.
Junto a su publicación añade la foto de la supuesta estafadora y su número telefónico.
En otra publicación del 11 de marzo, en el grupo “La Cachina Arequipa” hay otro caso similar. Blanka A. M. tilda de estafadora a Ximena C. asegurando que también le vendió un celular robado.
Como prueba añade fotografías de la conversación y una descripción de la presunta estafadora. “… es una chica baja media gordita, cabello lacio negro piel canela de unos 22 años”, escribe.
Pero no solo hay casos de estafadores, sino también de supuestas infidelidades. El pasado 11 de marzo, Reyna M. publicó en su perfil las fotografías de una mujer de nombre Daniela Maldonado.
La usuaria asegura que esta mujer mantiene relaciones amorosas con hombres casados sin importarle que tengan hijos. La tilda de “robamaridos” y “zorra”.
DENUNCIAS EN COMISARÍA
En el Departamento de Investigación de Delitos de Alta Tecnología de la Policía Nacional, escuchar denuncias de estos casos, es cosa de todos los días.
A diario, una o dos personas vienen a esta dependencia policial a hacer sus quejas sobre supuestas difamaciones de las que serían víctimas. En su mayoría, son parejas que vienen a denunciar especulaciones sobre líos amorosos como el caso anteriormente mencionado de Reyna M. y no necesariamente son difamaciones por redes sociales, sino también se dan de manera presencial. Riñas de boca a boca.
El SOT2 PNP J. R. (reservamos la identidad por pedido expreso del policía) integrante de esta dependencia especializada, explica que estos casos no están considerados como infracciones en el Código Penal sino en el Código Civil.
Por ello, no pueden proceder con la denuncia respectiva, sino que los casos son reportados al Poder Judicial.
“Ya en el Poder Judicial lo que hacen los denunciantes es solicitar una querella (acusación presentada ante un juez) y lo que pueden lograr más que todo es el pago de una indemnización y unas disculpas públicas”, dijo el oficial.
La PNP apoya con asesoría a las personas para que protejan sus cuentas y da algunas pautas para que no sean víctimas de nuevos ataques.
DIFAMAR ES UN DELITO
El Poder Judicial recordó esta semana que difamar a una persona por medio de mensajes de Whatsapp o en redes sociales es un delito que puede costarle a una persona hasta tres años de cárcel.
Este delito está estipulado en el artículo 132 del Código Penal como delito contra el honor. Aquellos que infrinjan pueden recibir desde una sanción entre 120 y 300 días multa, hasta una pena de cárcel no menor a un año, ni mayor a tres.
Fuentes de la Corte Superior de Justicia señalaron que por el momento no hay algún caso similar que esté en juicio.
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