Varios colectivos y familiares de víctimas exigieron, con carteles en mano, una ejemplar sanción para los acusados de violencia sexual, negligencia médica y desaparición.
Gisel Roque Flores, joven fallecida presuntamente por una mala praxis de atención de salud; y las desaparecidas Ángela Mamani Yanqui (14) y Evelyn Quispe Ramos, motivaron la medida de protesta.
También marcharon por la presunta violación que cometió un padre de familia, trabajador de la empresa de seguridad “Hulk”, contra su menor hijo. Para esta persona solicitaron cadena perpetua.
La concentración fue en la Plaza de Armas; luego se dirigieron hacia el jirón Jáuregui, pasaron por Cusco, San Román, San Martín y Apurímac, hasta llegar al Poder Judicial y el Ministerio Público, en la plaza Dos de Mayo del barrio Zarumilla.
“Estamos indignados por este caso de un niño violado, por quien debía haberlo protegido. Desde los cuatro años de edad ha sufrido un calvario. El Ministerio Público se ha parcializado”, dijo Diana Pasaca Apaza, presidenta de la Red de Mujeres Iberoamericanas región Puno.
Acotó que el pasado 28 de enero, con el certificado, debieron dictar la detención preliminar de Ángel Enrique Carrasco Salcedo (40), pero demoraron tanto, que ahora podría quedar libre.
Por su parte, el psicólogo William Humpire Castro señaló que la sociedad se está deshumanizando por problemas de salud mental. Agregó que se debe trabajar en la parte espiritual y la empatía desde la familia y los centros educativos.
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