Francisco Edén Gonzáles.
¡Bernardo!, grita de lejos ‘Patadita’. El argentino responde: ¡’Patadita’! Bernardo Cuesta y Renzo Motta se saludan con un abrazo, y empiezan una breve pero amena charla que llena de alegría el buen ambiente que se respira en Melgar.
El famoso malabarista, que gracias a su habilidad con la ‘gordita’ conoce medio mundo, y el artillero del combinado mistiano, se juntaron entre rostros donde predomina la sonrisa, a raíz del buen momento futbolístico del rojinegro.
El triunfo (2-1) sobre Universitario ha sido un bálsamo para cerrar la herida que dejó la derrota (0-3) en la Copa Libertadores, la manos de Palmeiras de Brasil, para recuperar el terreno perdido en el Torneo Apertura de la Liga 1 y para recobrar la autoconfianza.
Y quién mejor que el capitán del dominó para exteriorizar los sentimientos que reinaron en el desarrollo del cotejo ante los cremas. El rosarino goza de los elogios de un héroe, pero pudo estar en la acera del villano, si por esas cosas del fútbol no lograban cristalizar la victoria.
“Son circunstancias del partido, pero lo bueno es que mentalmente me levanté rápido para seguir jugando”, expresa el atacante, quien llegó a los 91 goles con las sedas del cuadro melgariano, 86 anotados en el torneo local y 5 a nivel internacional.
Es casi seguro que durante 11 minutos, entre el penal que falla ‘Berni’ (21’) y el golazo que le mete a Patrick Zubzuck (32’), hubo más de uno que estaba listo para apuntar sus viscerales críticas al atacante, que respondió como lo hace un crack: en la cancha.
“Uno siempre ve a los rivales, lo importante es que entró”, explica sobre su gol. “Sabíamos que teníamos que sumar los tres puntos, no iba a ser fácil. De local tenemos que seguir haciéndonos fuertes para subir en la tabla de posiciones”.
El momento de celebrar pasó. El reto a superar es UTC. “Es un equipo de altura que sabe a lo que juega. Hay que recuperarnos lo más antes posible, venimos de un importante desgaste, pero así es esto y tenemos que asumirlo”.
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