Fernando (Putina, 28). Nunca pensé encontrarme en esta situación, doctora. Lo que me ocurre es algo vergonzoso, tanto, que me da miedo contarle a mi hermano o mis amigos, que son mineros como yo y se tienen por hombres machos y dominantes.
A usted, sin embargo, puedo contárselo sin miedo… Pasa que conocí a Norma hace unas semanas, en un restaurante donde también se puede tomar cerveza. Allí fuimos con mis amigos de la mina, que aseguraban que ella “era para mí”, pues soy un poco tosco en el trato y siempre los ando molestando porque son enclenques y miedosos.
No le voy a mentir: me gustó mucho. Su aspecto de mujer luchadora, sus manos evidentemente trabajadoras, su rostro fuerte, entre inocente y decidido, así como su coquetería, me enamoraron a primera vista. Decidí, pues, que sería para mí. La haría mi mujer y, por qué no, mi esposa y la madre de mis hijos.
Nuestras conversaciones iniciales fueron un tanto torpes, pero luego de que tomara un par de cervezas fui más fluido y pude también coquetearle. Creo que le gusté, pues me comprometió a ir a comer allí todos los días.
Así comenzó todo. Fue algo bonito al inicio… Todo nos causaba gracia y todo parecía prometedor. Hasta que un día nos besamos. Y fue más bonito todavía, pues es una mujer sensual y alegre, que al parecer me ve también como el padre de sus hijos.
Lo malo fue cuando intimamos. La primera relación fue bonita, aunque un poco tosca. La segunda y tercera, comencé a notar que ella quería dominarlo todo. La cuarta me pidió que hiciera tal cosa, y la quinta ya me ordenó que se lo hiciera así o asá. Al final, doctora, terminó amarrándome a la cama y echándome cera.
Espero que comprenda ahora cómo me siento. Al ser yo minero (y toda la “hombría” que ello implica), comienzo a sentirme vulnerado.
Responde Mayu:
Fernando, comprendo que te sientas así, porque tu ego está disminuyendo; quizá sea porque te encontraste con “la horma de tu zapato”. Mi consejo es que te comuniques más con Norma, que le digas cómo te hace sentir. Esto, a largo plazo, hará que esos pequeños problemas no se agranden. Mucha suerte.
Comentario sobre post