Liz Gamarra Pinto.
Negligencia. Dos niños de seis años se accidentaron mientras jugaban en el recreo dentro de sus colegios, pese a las quejas y llantos por el dolor, no habrían recibido atención oportuna de los profesores ni los llevaron al hospital.
El primer caso ocurrió el viernes 15 de marzo, Santiago C.A. (6), del primer grado de primaria, de la Gran Unidad Escolar Mariano Melgar, cayó de más de un metro de altura mientras jugaba con un compañero en la hora de recreo.
Wendi Arteaga Quispe (22), mamá de Santiago, contó que llegó al colegio a las 11:00 horas y encontró a su hijo en el tópico. Se quejaba de dolor, tenía el brazo derecho vendado apoyado en una tabla de madera.
La madre lo llevó al hospital Honorio Delgado, pero no lo atendieron por emergencia porque no tenía su DNI. Lo evacuó hasta la clínica San Juan de Dios, luego de una evaluación socioeconómica operaron a Santiago.
El escolar tiene dos huesos fracturados (cúbito y radio), le colocaron dos placas de metal. Tendrá que usar un yeso por varios meses.
Wendi Arteaga, ayer fue al colegio para pedir explicaciones de lo que había pasado con su hijo, solicitó que se hagan cargo de los gastos que sobrepasan los 600 soles, y que asuman el tratamiento psicológico que deberá recibir el menor.
Al respecto, el director del nivel primario, Edgar Cortez Vargas, aseveró que el niño fue atendido por personal del colegio, la técnica en enfermería no se encontraba ese día. Detalló que siguieron el protocolo de atención en accidentes, pero no podían trasladar al menor al hospital hasta que llegue un familiar.
OTRO CASO
El segundo caso se presentó en la institución educativa Benigno Ballón Farfán en Paucarpata. Claudia Parqui Calcina (38) denunció que el lunes a las 13:30 horas fue a recoger a su hijo Diego N.P. (6), quien cursa el primer grado en el plantel. El niño lloraba, al revisarlo tenía el brazo izquierdo inflamado y de color morado.
El menor relató que a la hora del recreo, 11:30 horas, se cayó sobre unas llantas en la parte posterior del colegio, cuando escapaba de otro compañero que al parecer quería agredirlo. El niño se quejó con su profesora, quien no le habría hecho caso.
La madre del estudiante preguntó qué sucedió con su hijo, pero nadie le dio explicaciones. Al llevarlo al médico le diagnosticaron fractura en el brazo izquierdo, el menor usará yeso por tres meses.
Los padres de Diego, regresaron ayer a la institución, pero ni la profesora ni la subdirectora sabían bien lo que había pasado con Diego, es más la docente le dijo a la madre: “No voy a estar detrás de todos los niños”. Les pidieron que regresen mañana (hoy) a las 14:00 horas para reunirse con el director Néstor Lipe Lajo, quien recién se enteró del caso.
La subdirectora del plantel Giovanna Rasos Rosas, aseveró que no son doctores para dar diagnósticos de los males que aquejan a los niños. No cuentan con tópico ni enfermería. El día del incidente, la docente no le comunicó nada, pensaron que no era grave y recién se enteró cuando los padres fueron al colegio.
Cuando ocurrió el accidente, los docentes estaban en reunión terminando el horario de clases. Indicó también que hace poco iniciaron labores y los maestros recién se están organizando, además todos están muy ocupados por la falta de docentes.
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