Rosa (Juliaca, 25 años). Doctora, hace una semana mi pareja me pidió que formalicemos nuestra relación, es decir, me pidió matrimonio, pero a diferencia de lo que todos pueden pensar, esto no me trajo felicidad, sino una profunda depresión debido a que yo, hace unos años, aborté.
Sucedió cuando yo tenía 17 años. Mi primer enamorado y yo nos dejamos llevar por el calor del momento y tuvimos relaciones sin protección; fruto de eso quedé embarazada. Él, por supuesto, no se haría responsable.
Era muy joven y mi desesperación me llevó a recurrir a esas clínicas de Juliaca donde practican, ya sabe, abortos; así “lo” perdí.
Luego de ello pasé años de relaciones infructuosas hasta que conocí a Paul, mi actual pareja, quien me enseñó lo que es el amor real, el protegerse mutuamente y crecer juntos. Unos meses después empezamos a convivir.
Nunca le conté que yo había abortado, pues él es una persona algo conservadora y cada vez que vemos el tema en las noticias se indigna por los “pro aborto”; esto motivó que nunca me anime a decirle la verdad.
Sin embargo, ahora que me ha pedido matrimonio, creo que tengo que ser sincera con él, pero al mismo tiempo me da miedo perderlo, perder a la única persona con quien creo que seré feliz.
¿Qué puedo hacer?
Responde Mayu
Toda relación se fundamenta, Rosa, en la confianza y la comprensión. Dile la verdad, que seguramente te entenderá, pues se nota que te quiere mucho. Suerte.
Comentario sobre post