Columna de Director
Los ciudadanos arequipeños sufren en carne propia por la incapacidad de las autoridades para resolver problemas con los que convivimos hace mucho tiempo.
En esta edición, hemos elegido 14 problemas, que a nuestro entender, equivalen a una verdadera “vía crisis”.
En algunos casos, son proyectos entrampados que deberían inyectar recursos y reactivar la economía regional.
Majes Siguas II sale de un obstáculo para ingresar a otro. Y lamentablemente, el estancamiento del proyecto también se debe a la incapacidad de las autoridades.
Son responsables del entrampamiento, tanto las 3 anteriores gestiones regionales (Vera Ballón, Guillén Benavides, Osorio Delgado), como la actual. En marzo, Cáceres Llica prometió que en 2 meses se reiniciaba el proyecto pero nadie le cree.
La misma situación con Tía María. Los errores en las relaciones de Southern Cooper con la población, generaron un mayor rechazo. Y como el Gobierno Central no quiere más conflictos, difícilmente otorgará los permisos pendientes.
El tema del caos vehicular, también genera pesar entre los arequipeños. Obras viales inconclusas, que avanzan lento, incomprensibles cierres de calles, y la variante de Uchumayo que es una verdadera pesadilla.
No sobra mencionar el problema de la inseguridad. Un ejemplo son los falsos taxistas. La PNP desarticula y atrapa a los integrantes de una banda de cogoteros, pero los ilícitos no se detienen porque surge otra banda que ataca desde otro punto de la ciudad.
Una ‘pollada’ para salvar al hospital Goyeneche no será suficiente, pero si persiste la apatía de la autoridad regional por los serios problemas en el sector Salud, la crisis se agravará.
Y así, los asuntos críticos e irresolutos que afectan a los arequipeños, son innumerables.
Los problemas en educación, radiación solar excesiva por la dramática desaparición de áreas verdes, contaminación ambiental, rabia canina, invasión de tierras, desempleo, promesas incumplidas, transporte urbano, y la corrupción, nos quitan el ánimo para construirle un futuro a nuestra región.
Pero hay muchos otros problemas. Y al mismo tiempo, más incapacidad técnica para enfrentarlos, y menos compromiso de la autoridad de turno.
Esta “vía crisis” que afecta a todos los ciudadanos arequipeños y a la región en su conjunto, podría conducirnos a un callejón sin salida, donde quizá no haya más oportunidades para recuperar tanto tiempo perdido.
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