• Arequipa
  • Puno
  • Juliaca
  • Policiales
  • Política
  • Nacional
  • Sociedad
  • Deportes
  • Especial Bicentenario
    • Misterios
    • Vida & estilo
Radio Victoria
Los Andes
  • Arequipa
  • Puno
  • Juliaca
  • Policiales
  • Política
  • Nacional
  • Sociedad
  • Deportes
  • Especial Bicentenario
    • Misterios
    • Vida & estilo
No Result
View All Result
  • Arequipa
  • Puno
  • Juliaca
  • Policiales
  • Política
  • Nacional
  • Sociedad
  • Deportes
  • Especial Bicentenario
    • Misterios
    • Vida & estilo
No Result
View All Result
Los Andes
No Result
View All Result

VIÓ Y CREYÓ

Los Andes Por Los Andes
20/04/2019
in Puno, Sociedad, Vida & estilo
0

Ciro Quispe López, Obispo del Prelado de Juli

        1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. 2 Echa a correr y llega a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». 3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Se inclinó y vio los lienzos en el suelo; pero no entró. 6 Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve los lienzos en el suelo, 7 y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a los lienzos, sino plegado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, 9 pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.

        Frente al misterio de Jesús Resucitado, la experiencia de cada uno es singular y única, y en cierto modo, se sostiene sobre un misterio. Obedece, este misterio, a la personalidad propia de cada uno, o sea, a la psicología individual y a la religiosidad personal, y en última instancia a la condición de pecador, que la puedes o no reconocer. La resurrección de Jesús es un misterio insondable desde muchos ángulos. Pero lo que cuenta en la religión cristiana no son las elucubraciones filosóficas, sino y paradójicamente tu experiencia singular con el Resucitado. ¿Tienes una experiencia personal con el Resucitado? ¿Te dice algo a ti, como persona, que Jesús ha resucitado? La respuesta también se mueve sobre una alfombra de misterio. Hay quienes se fían simplemente de los testigos del Resucitado, y hay quienes quieren ver los hechos con sus propios ojos (Lc 24,13). Hay quien necesitan tocarlo y hay quienes tardan en comprender el misterio (Jn 20,24). Hay quienes se mantienen escépticos y hay también aquellos a los cuales esta historia le es indiferente, sin mencionar a los que no quieren creer. Lo explicaré mejor analizando la experiencia de los protagonistas de la resurrección.

Las mujeres

        El evangelista Juan no menciona la presencia de varias mujeres el día de la resurrección, como lo hacen los otros evangelistas. Juan solo cuenta de la experiencia de María Magdalena (Jn 20,1). Sin embargo, ella, igual que otras mujeres, no comprendieron las palabras de Jesús cuando les anunció anticipadamente lo que iba a suceder (Mc 8,31). Qué Él iba a morir y resucitar. Ahora preguntémonos. Si ella y sus discípulos, que fueron siempre cercanos del Señor, no comprendieron el misterio de la resurrección… Imagínense nosotros. La compresión de la resurrección es un proceso.

        Aquella mañana, la Magdalena, fue muy temprano hacia el sepulcro. Al lugar donde Jesús había sido enterrado. No fue con la intención de encontrarse con el Resucitado, sino con un muerto, con el cadáver. Por eso llevaba aromas, porque quería embalsamar el cuerpo de Jesús (No es costumbre entre nosotros, quechuas ni aymaras; pero en la cultura del pueblo judío, a sus muertos, ungen con perfumes. No es el momento para explicar el por qué. Ya habrá la oportunidad). Volviendo a nuestro tema. María Magdalena, un día como hoy, hace dos mil años, fue al sepulcro con la intención de hallar el cadáver de Jesús y embalsamarlo. Fue con esa idea, pues, como ya dijimos, ella tampoco había entendido que Jesús iba a resucitar de entre los muertos. Pero, para sorpresa suya, en el sepulcro no estaba el cuerpo o el cadáver de Jesús. Y corrió desesperada – dice el evangelio – hacia la casa donde se hallaba Pedro y Juan, uno era cabeza del grupo de los Doce, y el otro el discípulo amado. Y en tono desesperado, les dijo: «Se han llevado el cuerpo de mi Señor y no sabemos dónde lo han puesto» (2c). No dijo al instante – lee bien – «Jesús, ¡ha resucitado!». Dijo más bien: «se han llevado el cuerpo de Jesús». Aquella mujer, no entendió nada, al inicio, sobre el misterio de la resurrección. Dijo que lo creía y lo que sus ojos veían en aquel momento inicial. ¡No está el cuerpo del Señor! Eso fue lo que constató. Lo interesante de la historia, la oír aquella alarmante notica, fue la reacción de ellos. Los principales de grupo tampoco pensaron inmediatamente en la resurrección del Nazareno. Desesperados, igual que la Magdalena, corrieron hacia el sepulcro (4b). Juan corrió muy rápido. Quizás con la esperanza de encontrar respuestas y verificar las palabras del Jesús, como podemos deducir de su evangelio. Pedro, en cambio, corrió – dice el evangelio – más lentamente. Quizás atormentado y confuso por el peso de su conciencia. Por el temor de encontrarse con aquel a quien lo había traicionado. Pues, seamos honestos. No es nada agradable toparse con aquel a quien uno ha traicionado.

La sábana

        Juan, aún joven, llegó primero, pero no entró en el sepulcro, dice el evangelio (5b). Simón Pedro, perturbado por su conciencia, entró bruscamente en el sepulcro (6). Pero ellos no vieron a Jesús resucitado. Solo la sábana y los lienzos, con los cuales cubrieron el cuerpo muerto de Jesús al momento del entierro (7). Así era la costumbre en su pueblo. Así es como Juan lo recuerda nítidamente, aún después de 60 años cuando escribe estas líneas. «El sudario no estaba por los suelos sino plegado en un lugar aparte» (7b). Esta sábana es el único testimonio de la resurrección. El único indicio. ¡Bendita sábana!

        Hoy, por gracia de Dios, aún se conserva esta sábana. La conocemos como la Sábana Santa, o la Síndone de Turín, que a pesar de tantas peripecias aún se conserva en el norte de Italia. Allí, en aquella rústica tela, se impregnaron la pasión de Jesús para la eternidad. Aquella rústica Sábana esconde, por ejemplo, el misterio los múltiples azotes, de los clavos de la crucifixión, de las enormes gotas de sangre que emergían en la frente del Maestro, de la brutal bofetada del guardia, de las rodillas reventadas por sus tres caídas y esconde, además, el misterio de los misterios: la luz de la resurrección. Qué es lo único que queda de aquella mañana misteriosa. ¡Bendita sábana! Y es la única prueba de la resurrección de Jesús. Y lo curioso o paradójico de nuestra religión es que nuestra fe tampoco se fundamenta o se sostiene en aquella rústica Sábana. La resurrección solo se sostiene en la experiencia personal con el Resucitado. ¡Misterio de los misterios! Veamos un ejemplo concreto, en el mismo evangelio.

Juan y Pedro

        Juan representa para muchos cristianos una fe sencilla pero profunda. Él no necesitó ver el cuerpo ni tocar las manos de Jesús para creer en la resurrección (8). El Evangelio dice simplemente que apenas vio aquella sábana y los lienzos, «creyó» (8c). Para Juan fue suficiente ver las sábanas de la sepultura para creer que Jesús había resucitado.

        En cambio, la experiencia de Pedro fue distinta, porque su vida personal y su psicología fueron distintas. Él vivía aquellos días su propia pasión. Había traicionado a su amigo, a pesar de la advertencia de su mismo amigo. ¿Qué remordimientos y qué decepción viviría Pedro en aquel día? Su angustia fue seguramente enorme. Desesperante. ¿Qué pensamientos correrían por la cabeza de Pedro aquel día? Probablemente se auto culparía por los hechos. Y en su interior resonaría una voz punzante que le diría: «Y ahora Pedro. Qué vas a hacer. Cómo te comportarás frente a Jesús que, dicen, ha resucitado. O qué me dirá este Jesús. Probablemente me eche en cara mi falta y me diga: Pedro te lo advertí, te avisé y aun así me traicionaste…».

        No te pierdas el evangelio de la noche y el evangelio del próximo domingo. Jesús no solo no le echó en cara su falta, sino que le hizo una pregunta mucho más punzante y existencial, redentora: «Pedro me amas…?» (Jn 21,15). Y le preguntó tres veces. Ésta pregunta traspasaría el corazón de Pedro, como una espada afilada. Cómo cuando alguien te golpea por amor con una palabra precisa. Por eso, lo único que Pedro pudo responderle a Jesús, en aquel momento, fue lo que había su corazón sentía: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo». ¡Responde tú también a Jesús! Él pregunta con las mismas palabras que a Pedro. ¡Este es el misterio de la resurrección!

COMPARTE

Share on Facebook Share on Twitter Share on WhatsApp
Tags: Semana Santa
Publicación anterior

Alcalde se siente incapaz de ordenar Juliaca

Publicación posterior

Infraestructura a punto de colapsar pone en riesgo vida de estudiantes

Relacionadas Noticias

Actualidad

Estudiantes de la IES comercial 45 de Puno, encontraron una piedra de 12 ángulos

14 Marzo, 2023
3.2k
Puno

“La población fue a rescatar a los soldados, no a atacarlos”

8 Marzo, 2023
1.9k
Vida & estilo

¿Cuáles serán las grandes tendencias en línea para este 2023?

28 Febrero, 2023
4.1k
Política

GORE Puno en enero ejecutó 0.7%

2 Febrero, 2023
8.9k
Actualidad

Entregan defensa ribereña de río Tambopata

1 Febrero, 2023
10.8k
Arte y Cultura

Postergan la festividad Virgen de la Candelaria

1 Febrero, 2023
6.5k
Publicación posterior

Infraestructura a punto de colapsar pone en riesgo vida de estudiantes

Grupo artístico “De los vientos” inauguró exposición artística

Comentario sobre post

  • Tendencias
  • Comentarios
  • Último

Política de Aduviri es desconcertante

25 Febrero, 2019

Estudiantes de la IES comercial 45 de Puno, encontraron una piedra de 12 ángulos

14 Marzo, 2023

Atletas puneños se preparan en el campamento internacional

14 Marzo, 2023

Juegos Olímpicos: la historia desde la antigua Grecia hasta la actualidad

10 Marzo, 2023

Juliaqueños repudian a su alcalde

10 Marzo, 2023

Los mejores programas gratuitos de edición de vídeo

23 Marzo, 2023

Atletas puneños se preparan en el campamento internacional

14 Marzo, 2023

Estudiantes de la IES comercial 45 de Puno, encontraron una piedra de 12 ángulos

14 Marzo, 2023

Juegos Olímpicos: la historia desde la antigua Grecia hasta la actualidad

10 Marzo, 2023

Juliaqueños repudian a su alcalde

10 Marzo, 2023

Noticias recientes

Los mejores programas gratuitos de edición de vídeo

23 Marzo, 2023
667

Atletas puneños se preparan en el campamento internacional

14 Marzo, 2023
3.1k

Estudiantes de la IES comercial 45 de Puno, encontraron una piedra de 12 ángulos

14 Marzo, 2023
3.2k

Juegos Olímpicos: la historia desde la antigua Grecia hasta la actualidad

10 Marzo, 2023
3.5k
Los Andes

Diario referente del sur del Perú, espacio de reflexión sobre el desarrollo humano y su relación con el medio ambiente, la sociedad y la economía.

Síguenos

Navegar por Categorias

  • Actualidad (34)
  • Arequipa (4,449)
  • Arequipa (1,364)
  • Arte y Cultura (4)
  • Deportes (1,760)
  • El Anchancho (58)
  • El Lacla (4)
  • Especial Bicentenario (401)
  • Foto Noticias (20)
  • Juliaca (4,714)
  • Lima (765)
  • Misterios (109)
  • MUNDO (1)
  • Opinión (314)
  • PAIS (5)
  • Policiales (4,859)
  • Política (3,546)
  • Puno (10,999)
  • Sociedad (7,660)
  • Sociedad (4,111)
  • Vida & estilo (2,426)
  • webPortada (7,045)
  • ZONA (1,733)

Últimas noticias

Los mejores programas gratuitos de edición de vídeo

23 Marzo, 2023

Atletas puneños se preparan en el campamento internacional

14 Marzo, 2023
  • Nosotros
  • Historia
  • Prensa
  • Publicidad

© 2018 Diario Los Andes - CORPORACIÓN DECANO ALTIPLÁNICO S.A.C
AREQUIPA: Calle Dean Valdivia N° 418.
PUNO: Jr. Cajamarca 274 - 2do Piso. Telf: 051-350775.
JULIACA: JR. Salaverry N° 411 (Oficina N° 307) Telf: 051-327436

No Result
View All Result
  • Arequipa
  • Puno
  • Juliaca
  • Policiales
  • Política
  • Nacional
  • Sociedad
  • Deportes
  • Especial Bicentenario
    • Misterios
    • Vida & estilo

© 2018 Diario Los Andes - CORPORACIÓN DECANO ALTIPLÁNICO S.A.C
AREQUIPA: Calle Dean Valdivia N° 418.
PUNO: Jr. Cajamarca 274 - 2do Piso. Telf: 051-350775.
JULIACA: JR. Salaverry N° 411 (Oficina N° 307) Telf: 051-327436