Emiliana Apaza fue sentenciada a pagar de por vida S/ 220 a su expareja, Rolando Chique Mulluni, quien tendría una deuda de más de 25 mil soles por incumplimiento de la pensión alimenticia con su segunda mujer, Marcelina Sucapuca.
Este dilema judicial inició el 01 de abril pasado, cuando la mujer fue sentenciada por el Primer Juzgado de Paz Letrado de la provincia Chucuito – Juli, a pagar S/ 220 mensual por la manutención de un hijo que tiene con Chique Mulluni, pese a que ella cuenta con certificación de extrema pobreza.
Según Emiliana, ella no contaría con los recursos para depositar esta suma, por lo que teme ir a prisión. “Yo recibo apoyo de programas sociales para vivir, no sé de dónde voy a sacar dinero”, refiere.
Chique Mulluni, a su vez, argumentó que existiría un documento en donde ambos se ponen de acuerdo para que el menor pase a su potestad y que, por ello, es obligación de Emiliana cumplir la sentencia del juez.
“Yo he vivido con mi hijo hasta los cuatro años, luego apoyaba con los útiles y lo que podía, porque soy una persona con discapacidad, además que tengo epilepsia”, señala.
CONTRADICCIÓN
El menor actualmente vive en la ciudad de Tacna junto a su padre y la nueva pareja de este, Inés Serrano Choquecota, con quien tiene dos hijos, entre ellos un recién nacido.
No obstante, su padre tuvo una segunda relación con una mujer a la que no habría cumplido el mismo derecho que actualmente demanda.
Marcelina Sucapuca Tantahuahua es la segunda pareja de Rolando Chique, con quien engendró a un menor que hoy tiene aproximadamente 7 años.
Según sus propias palabras, la mujer le inició un proceso judicial por demanda de alimentos que terminó con una sentencia de 150 soles mensuales, es decir, que en ese caso el juzgado ordenó que el varón pagara 70 soles menos que Emiliana Apaza.
Pese a la flexibilidad de la sentencia, el varón no cumplió con el pago y la deuda se incrementó hasta llegar a 25 mil soles.
Pese a ello, Chique se excusó, una vez más, en su discapacidad. “Yo no pagaba porque estaba mal de salud, no podía trabajar ni caminar, siempre estaba así, de ahí se ha ido ella y yo seguía enfermo; estaba trabajando con carro y una vez me accidenté y me volteé”, refiere.
RECONOCE
Al final de la entrevista, la expareja de Emiliana reconoció que la gran diferencia entre la sentencia de alimentos de esta (S/220) y la que está en su contra (S/150), no es justa.
“Ese problema era tema de conversar, no me parece justo pero yo pensaba que antes que pase estas cosas debía dialogar con ella; yo no quería que me pase mantención, para eso soy hombre”, finalizó.
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