El ex superintendente de la constructora brasileña en Perú confirmó lo que ya había señalado en febrero de 2018 en Sao Paulo ante los fiscales peruanos: que Odebrecht financió parte de las campañas electorales de Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, y luego agregó que también lo hizo para la campaña de Lourdes Flores Nano y para la no revocatoria de la ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán.
Milagros Salazar Herrera
Las confesiones del interrogatorio a Jorge Barata, el exsuperintendente de Odebrecht, fueron de menos a más en el quinto piso de la Procuraduría General de Paraná (Brasil). En el primer turno de preguntas del fiscal José Domingo Pérez, el exejecutivo volvió a ratificar con algunos detalles que la constructora brasileña entregó aportes para la campaña electoral de seis políticos en el Perú, entre ellos del expresidente Alan García Pérez, y que su socia, la constructora Graña y Montero, sabía de los pagos de sobornos por la Línea 1 del Metro de Lima, entre otras revelaciones.
Contribuciones para campaña de Alan
El fiscal Pérez centró sus preguntas sobre los aportes de Odebrecht a la campaña electoral de Alan García en 2006, pero Barata amplió sus declaraciones hacia otros personajes y ratificó lo que ya había señalado en febrero de 2018 en Sao Paulo ante los fiscales peruanos: que Odebrecht aportó a las campañas electorales de Alan García, Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, y luego agregó que también lo hizo para la campaña de Lourdes Flores Nano y para la no revocatoria de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán.
Sobre los aportes a la campaña presidencial de Alan García en 2006, Barata dio varios detalles. Según diversas fuentes, el exejecutivo de Odebrecht señaló que Barata entregó entre marzo y junio de 2006, cuatro o cinco contribuciones que sumaron 200 mil dólares a través de Luis Alva Castro. Casi todos estos aportes para la campaña de García fueron entregados en la casa de San Isidro de Alva Castro, ubicada en la calle Los Laureles 670, Interior 701, San Isidro, cerca al Lima Golf Club.
Barata relató que tenía una relación cercana con Luis Alva Castro, a quien conoció cuando llegó al Perú en 1997, en momentos en que se desempeñaba en Trujillo como director de contratos de Odebrecht en el país. En aquel año, Alva Castro era secretario general del Apra.
Para el exdirectivo de Odebrecht en el país, fue evidente la “receptividad” de Alan García con él durante y después de las contribuciones que entregó Odebrecht para su campaña electoral de 2006 y que siempre tuvo un trato especial y amable de parte del exmandatario. Además, dijo que cuando solicitaba las reuniones con García en Palacio de Gobierno a través de Luis Alva Castro, estos pedidos se concretaban de manera rápida.
Las fuentes refirieron que Barata aseguró que los aportes para la campaña de García y de los otros políticos salieron de la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, conocida como la oficina de sobornos. Solo las contribuciones menores como compra de entradas para actividades proselitistas salían de su “caja chica”.
El contacto con Susana Villarán y Ollanta Humala
Barata dijo que suponía que los políticos que recibieron los aportes de Odebrecht sabían de estas contribuciones, pero solo podía confirmarlo plenamente en dos casos: en el de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, y el expresidente Ollanta Humala.

En el primer caso, señaló que Villarán lo llamó por teléfono para confirmarle que el dinero que le pidió el exgerente municipal José Miguel Castro para la campaña de la no revocatoria de Villarán era a solicitud de ella misma. “Lo que te ha dicho es correcto”, recordó Barata.
El exdirectivo de la constructora brasileña también refirió que Humala agradeció el aporte de los 3 millones de dólares para la campaña electoral de 2011, en una cena con Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora, en la ciudad de Sao Paulo.
Las coimas del Metro
En el interrogatorio, Jorge Barata también respondió por los pagos de sobornos de Odebrecht por la Línea 1 del Metro de Lima, obra millonaria adjudicada a la constructora brasileña durante el segundo gobierno de Alan García.
El fiscal José Domingo Pérez le pidió separar sus confesiones en dos bloques: los pagos que se hicieron a nivel técnico, es decir, los que recibieron el exviceministro de Comunicaciones, Jorge Cuba, y el comité que adjudicó la obra a Odebrecht y los pagos a políticos, o sea, a los que llegaron a las más altas autoridades.
Barata relató que Antonio Carlos Nostre, exdirector de contratos de Odebrecht, se encargaba de coordinar los sobornos a escala técnica y que él veía los pagos a ministros y presidentes. Ratificó que Cuba recibió para el tramo 1 de la Línea 1 del Metro de Lima, 1 millón 400 mil dólares, y 6 millones 700 mil dólares para el tramo 2 de la misma obra.
Pero sobre el monto total de las coimas por este proyecto aún quedan dudas. Con las declaraciones de Nostre en octubre de 2018 a los fiscales peruanos en Curitiba, se calculó que las coimas por la Línea 1 del Metro de Lima en realidad superaron los 24 millones de dólares, de los cuales Nostre solo podía detallar 10 millones de dólares y no se conocía adónde fueron a dar los otros 14 millones.

El exsuperintendente de Odebrecht respondió que se pagó esa última cantidad en coimas y que el resto del dinero se invirtió en la operación financiera para camuflar los sobornos a través de compañías offshore, simular contratos y pagar los tributos respectivos. En total se tuvo que gastar 45% en promedio para ocultar la coima.
Barata también aseguró que hubo pagos en efectivos por el Metro de Lima que están documentados y que forman parte de los más de 4 mil hojas que aparece en los servidores Drousys y My Web Day de la División de Operaciones Estructuradas que entregará al Ministerio Público, donde están registrados los pagos por otros proyectos de Odebrecht.
La socia Graña y Montero
Uno de los pasajes más reveladores del interrogatorio fue la confesión de Barata sobre la constructora peruana socia de Odebrecht en la Línea 1 del Metro de Lima: Graña y Montero. Según dijo, José Graña, exdirectivo de la empresa peruana, sabía de los pagos de sobornos y que la coima se ocultaría bajo los llamados “riesgos adicionales”.
Esa misma modalidad se usó para los pagos de coimas del tramo 2 y 3 de la Interoceánica Sur, proyecto ejecutado por Odebrecht y que tuvo como una de sus socias a Graña y Montero. Como se recuerda, Sergio Nogueira Panicali, exdirector de contratos de esta obra y entonces secretario de la junta de accionistas del consorcio Conirsa, confesó hace dos meses que el 15 de febrero de 2011, Jorge Barata convocó a una reunión a los representantes de las empresas de Conirsa para ponerse de acuerdo sobre cómo camuflar 45 millones de dólares de pagos ilícitos por este megaproyecto.
Conirsa, encabezada por Odebrecht, agrupaba a Graña & Montero, ICCGSA y JJ Camet. Al igual que en el caso del Metro de Lima, las cifras en esta obra tampoco cuadran. Antes de las declaraciones de Nogueira Panicali, Odebrecht reveló el pago de 20 millones de dólares en coimas para el expresidente Alejandro Toledo. ¿A dónde se fueron los otros 25 millones de dólares?
LAS MODALIDADES
En la segunda jornada de diligencias en Brasil, el exdirectivo de la constructora brasileña explicó ampliamente a lo largo de casi 10 horas cómo, cuándo, a quiénes y por qué se pagaron los sobornos durante las gestiones de los expresidentes Alan García y Alejandro Toledo.
Nava, el hombre de confianza
Jorge Barata señaló que Alan García se enteró a través de Josef Maiman que Odebrecht había pagado sobornos a Alejandro Toledo y que sintió tranquilidad de que el expresidente aprista no haya parado el contrato de la Interoceánica Sur suscrito en la gestión de Toledo, a pesar de conocer de las coimas.
Para Barata eso era como una especie de venia y una señal de que en los próximos años del gobierno de Alan García no iba a existir mayores dificultades para los planes de la constructora. Y es en ese contexto que las prácticas corruptas también continuaron durante la gestión aprista.
Como persona de confianza del expresidente Alan García, Luis Nava Gilbert le pidió dinero a Barata para apoyar a la compañía en la continuidad de los proyectos, aseguró el exejecutivo brasileño.
Barata fue claro y explícito al señalar que Luis Nava era identificado con el sobrenombre de “Chalán” en el registro de pagos ilícitos, en alusión a un domador de caballos debido a que el exsuperintendente de Odebrecht recordó que le decían a Alan García “caballo loco”.
Así, después de haber hecho el pacto con Nava, Barata empezó a entregarle dinero en efectivo, relató. Pero como el monto era alto (unos 3 millones de dólares) y no conseguía hacerlo en los tiempos que el entonces secretario presidencial le solicitaba, Barata habló con el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht para enviar el dinero a través de una empresa offshore. Fue entonces que le sugirió abrir una cuenta bancaria fuera del Perú, pero Nava se negó y le dijo que Miguel Atala se encargaría de ese asunto.
Fue entonces que Atala Herrera, un personaje con quien Nava tenía una relación de amistad de varios años, se convierte en otro personaje en esta historia.
Barata relató que fue a la casa de Miguel Atala en San Isidro y le dio el contacto del Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht para concretar las transferencias del dinero que debía llegar a manos de Nava.
En ese contexto se crea, en setiembre de 2007, la offshore Amarin Investment que tiene como beneficiario a Atala. A partir de los documentos mostrados en el interrogatorio, Barata confirmó que la empresa hizo transferencias de dinero entre fines de 2007 e inicios de 2008. Luego de ello, tuvo que desembolsar dinero para el hijo: José Antonio Nava Mendiola.
El hijo del exsecretario de Palacio de Gobierno aparecía registrado con el sobrenombre de ‘Bandido’ en el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht. Barata explicó que le pusieron ese apelativo porque él solía estar armado.
Coimas para Toledo
Durante el interrogatorio, Jorge Barata refirió que a Alejandro Toledo se le pagó sobornos de 31 millones de dólares en total por sus gestiones a favor de Odebrecht en la adjudicación de la Interoceánica Sur, incluso después de que finalizara su gestión presidencial. Antes, las pesquisas fiscales habían señalado que ese monto era de 20 millones de dólares.
El exdirectivo de la constructora brasileña en Perú reveló además que Toledo le exigió directamente “2 o 3 veces” que se le abonaran los montos de la coima cuando consideraba que había “retrasos” en la entrega del dinero.

“Oiga Barata, (…) paga pues”, fue una de las expresiones lanzadas por Toledo para reclamarle, según indicó el brasileño ante los fiscales peruanos.
El expresidente empezó a exigir el pago porque ya se le había otorgado a Odebrecht la buena pro de la Interoceánica Sur. Jorge Barata le decía que el dinero aún no llegaba de Brasil y Alejandro Toledo replicaba “tú tienes que solucionar tus temas y tienes que pagarme”, de acuerdo con las fuentes.
Barata explicó que hasta julio 2006, cuando terminó el gobierno de Toledo, Odebrecht le abonó 4 millones de dólares al entonces jefe de Estado mediante el empresario israelí Josef Maiman, amigo del exgobernante.
Refirió, además, que emisarios de Maiman también le increpaban por el pago de la coima unas “cuatro o cinco veces al año”. Detalló que luego que Toledo dejó el poder se le pagó otros 27 millones de dólares, lo que hizo un total de 31 millones de dólares en coimas para el expresidente hasta el momento. La entrega del dinero se hizo en algunos casos en efectivos y en otros mediante transferencias.
Barata explicó que continuó pagando sobornos para Toledo durante el régimen aprista porque consideraba que también era importante quedar bien con expresidentes ante la posibilidad que pudieran volver a salir elegidos.
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