Lo que pudo terminar en un feminicidio acabó en un suicidio. Un vendedor de emoliente se mató después de agredir a su pareja con un martillo en la cabeza.
A las 03:00 horas de ayer, Valentín Puma Gómez (54) se levantó de su cama, cogió un martillo y atacó a su pareja Evangelina Y.H. (39) en la cabeza.
La agraviada, quien dormía junto a su agresor, se despertó al sentir los golpes del martillo. Empezó a gritar, pidiendo ayuda.
Los gritos de auxilio fueron escuchados por la hija de la pareja de 9 años que dormía en la habitación del costado.
La niña entró al cuarto de sus padres y vio como su progenitor atacaba a su madre. La menor asustada salió de la casa y fue a pedir ayuda a su tío que vive frente a la vivienda.
José Yupanqui, encontró a su hermana con el rostro sangrando. Llamó a la comisaría de Ciudad Municipal para solicitar apoyo para llevarla a un nosocomio, el agresor no estaba en la casa.
Mientras Evangelina era atendida en el hospital Honorio Delgado Espinoza, Valentín Puma Gómez regresó a su casa, ubicada en el sector 5 de la Asociación José Luis Bustamante y Rivero, distrito de Cerro Colorado.
Temeroso de lo que le podría pasar por golpear a la madre de sus dos hijas, el vendedor de emoliente cogió un cuchillo de la cocina y se lo clavó en el cuello, la policía encontró al herido y lo evacuaron al hospital General. Murió a las 05:45 horas de ayer, cuando era atendido.
CELOS
Trascendió que Valentín era muy celoso y golpeaba constantemente a su pareja, quien varias veces lo denunció por violencia familiar.
En febrero pasado, la familia hizo un viaje a Chumbivilcas (Cusco), en un ataque de celos el emolientero golpeó salvajemente a su esposa.
Pese a las constantes agresiones y a las medidas de protección que tiene la víctima, la pareja seguía viviendo en la misma casa, incluso vendían juntos emoliente en el Avelino.
Hace cuatro días, la pareja firmó un acta de separación, al parecer Valentín se resistía a separarse de su esposa y madre de sus hijas de 9 y 6 años.
En tanto, la víctima se recupera en el nosocomio, acompañada de su familia. Personal del Centro de Emergencia Mujer (CEM) Miraflores le brindó atención psicológica.
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