Conversaciones con el ingeniero agrónomo René Erwin Roque Díaz
René Erwin Roque Díaz es puneño e ingeniero agrónomo con intensa experiencia en ese campo desde hace treinta años. Él desarrolló, en su variada incursión profesional, diferentes funciones en Puno y en otras regiones del vasto y variopinto panorama peruano. En varios casos asumió con solvencia y creatividad cargos directivos en instituciones públicas y privadas. Trabajó como asesor PSI del Banco Mundial y luego como consultor independiente, perfilándose ahora como especialista en elaboración de Proyectos Agropecuarios. Vamos con las interrogantes.
Entrevista: Jaime Barrientos Quispe
1. ¿Qué importancia reviste la producción agropecuaria para la región altiplánica de Puno?
Puno: uno y único
Posee una trascendencia histórica y socio económica sin parangón que enmarca varios aportes de la cultura andina no solo para Puno, sino para el Perú. El Altiplano representó a través de las civilizaciones y culturas primigenias en América del Sur contribuciones andinas a la agricultura universal. Como centro de las culturas andinas Kaluyo, Pucara y Tiahuanaco se proyectó como origen de la domesticación de cultivares como papa, quinua y especies animales como los camélidos. Su aporte en el diseño y construcción de sistemas de manejo agroecológico es único mediante los Waru waru, las cochas, andenes, aynocas y sistemas de riego en una plataforma de cerca de 4000 metros de altitud que estimuló la creatividad y los valores de adaptación. No olvido la factura y creación de herramientas agrícolas complementarias a una producción de altura con conocimiento del manejo climático. La conservación de productos de la papa como chuño, tunta es singular y de carne seca como charqui. En el siglo XV el aporte al mundo fue la papa y en el siglo XXI es la quinua y en el interregno de ese lapso de tiempo Puno ha evidenciado al mundo como se adapta su producción y vence todas las contingencias
El mundo y el Cambio Climático
Las tendencias globales internacionales y regionales en el largo plazo apuntan a la producción de alimentos tanto por el crecimiento poblacional como por la necesidad de alcanzar seguridad alimentaria. En ese escenario los productos andinos con propiedades nutricionales se constituyen como la reserva de la biodiversidad de cultivos adaptados a factores del cambio climático.
Como el Altiplano es un ecosistema favorable para la producción forrajera. Poseemos una ventaja comparativa que debemos explotar. En el país no se encuentra extensiones planas para producir forrajes a bajo costo; para producir, leche, carne, lana, fibra, cueros, etc. Tenemos ganadería de camélidos, ovinos y vacunos de exportación. Ese es un filón que debemos potenciar mediante reformas necesarias referidas sin duda a la tenencia de la tierra donde debe implantarse la pequeña y mediana propiedad de alta competitividad y el manejo estable del recurso agua.
La selva, es nuestro territorio inexplotado y poco explorado que requiere integración y complementación con el Altiplano para establecer un desarrollo agrario interdependiente. Los valles del Inambari, Tambopata son fuente de café, frutales y plantas exóticas. Si en Puno se explota adecuadamente y con inteligencia proyectiva sus potenciales agropecuarios venceríamos con creces la pobreza y la exclusión.
2. ¿Cómo ha evolucionado la producción agropecuaria puneña en los últimos años?
Caminamos sin avanzar: sobrevivimos
Lamentablemente no hay evolución, sino involución. Hay decrecimiento visible que se origina después de la “Reestructuración” de las empresas asociativas y parcelación de tierras en las Comunidades Campesinas, desde 1987
Los indicadores económicos son alarmantes. Tenemos que el PBI agropecuario ha disminuido. El sector aportaba 16.2 % hasta 1987; actualmente solo el 10.8 %. La vocación agraria disminuyó del 79 % en 1969 antes de la Reforma Agraria a un 15 % en el 2010. Tenemos indicadores de producción y de rentabilidad magros con un sistema de explotación pecuaria de sistema extensivo a intensivo, pero precario como lunares de poca significación con disminución del capital pecuario ovino, de 6 millones en 1969, a tres millones en el 2000 y en 2012 a 2 millones. Hay atomización de la tierra y migración del campo a la ciudad.
Otros factores, que inciden en la inmovilización agropecuaria son el valor agregado en la industria que es totalmente deficiente. El riego, la tecnología, la innovación, el crédito, la asistencia técnica, la asociatividad están en retroceso afectando el crecimiento económico competitivo, sostenido en el largo plazo. No podemos ignorar la baja productividad del sector agropecuario.
Pero, hay aportes
La producción lechera en los últimos 15 años ha crecido al 35 %. No existe infraestructura productiva apropiada para el manejo lechero. Hay lunares. El Proyecto IMSA-CINDES, ejecuta un modelo de infraestructura lechera con sala de ordeño, terneraje, heniles, adecuada a las condiciones del productor con inversión compartida y a bajo costo.
Se percibe y constata que la ampliación del piso forrajero es constante, actualmente ese proyecto cuenta con la instalación de 35, 000 has de pastos cultivados de alfalfa. La explotación ganadera es intensiva para la agricultura familiar, no obstante, estas experiencias singulares deben masificarse y crecer en otros ámbitos.
3. ¿Cuál es la situación agropecuaria de Puno, con respecto a otras regiones?
Se empequeñece la propiedad rural
Estructuralmente tenemos economía familiar que reproduce los parámetros de FAO y se adscribe a la ley de Agricultura Familiar Peruana, característica de la sierra y también del Altiplano. La dinámica agraria es el resultado de la creciente minifundización de la tierra, pobreza del capital pecuario limitada por unidad productiva y dependiente de precipitaciones pluviales y producciones estacionales.
¿Tendremos agricultura de exportación?
Regiones como: Arequipa, Moquegua y Tacna de agricultura de costa cuentan con sistemas de riego y producen cultivos de exportación. En ese contexto, las políticas nacionales priorizan la agricultura exportable e industrializada con tecnología moderna de altos rendimientos y rentables. Hay incentivos tributarios y laborables. El modelo de producción es para el mercado y atrayente para la inversión privada, lo que no sucede en Puno donde las condiciones difieren. La rentabilidad agropecuaria mínima que limita las inversiones privadas asumidas por campesinos, confinando el uso de semillas certificadas, tecnología tradicional, fertilización; agricultura de producción orgánica.
Sumisión al mercado extra regional
Continuamos dependiendo del mercado arequipeño por nuestra sumisión ante la industria y manufactura de las materias primas de lana, fibra, cueros, leche. Nuestra industrial es ínfima. Los capitales del empresariado puneño no se reinvierten en el agro y las inversiones privadas externas no son viables económicamente por los exiguos volúmenes de producción y calidad.
El modelo económico liberal y las políticas extractivistas del Estado son factores, que se imponen y debilitan el desarrollo económico regional. No se adecúa la actividad agropecuaria a las corrientes económicas de libre mercado para conectarnos con las políticas macro regionales y nacionales de una economía agraria medianamente competitiva. Las inversiones estatales mediante el Gobierno Regional y las municipalidades son asistencialistas y escasas para el sector productivo. El Gobierno Regional y las Municipalidades no han colocado en su agenda como primera prioridad el desarrollo agropecuario y prefieren el cemento que aplana a la semilla que florece y enriquece
4. ¿Qué opina de la Reforma Agraria en Puno? ¿Cuál fue el lado positivo y negativo de su implementación?
Peor fue la Reestructuración alanista de 1987
La Reforma Agraria fue relevante y trascendental en cuanto al cambio de la estructura social y de la propiedad de la tierra que extinguió el sistema de hacienda y el nefasto latifundismo. La reivindicación social de la clase indígena fue un acierto, mediante la devolución de las tierras. Socialmente su efecto es positivo. Económicamente su impacto fue y continúa siendo precario. El nuevo sistema de explotación asociativo y empresarial que propicia las inversiones de los gobiernos de turno no consolidaron el proceso. El manejo asociativo, corporativista mediante el modelo yugoslavo es inaplicable. Alan García en 1987 reestructuró el modelo de empresas asociativas, planteando un modelo de Empresa Comunal, que fracasó y que ha sido de peor efecto que la misma Reforma Agraria.
La reestructuración de las empresas siguió un modelo de sistema capitalista con agricultura de gestión privada e individual para el libre mercado impuesta por la comisión técnica de EEUU. Su evaluación concluyó en un nuevo modelo agrario nacional. De allí surge la desaparición de las empresas asociativas. El suicida García Pérez pretextando la presencia de Sendero Luminoso en Puno las liquidó. El objetivo de la redistribución de la tierra, debió ser la productividad y no la tenencia de tierra que hoy es improductiva.
Dependencia que acelera la emigración
Inicialmente se extinguió la exacción de los recursos del campo en favor de la clase oligarca de Arequipa y se amortiguó el despojo descarado de la tierra primero mediante la encomienda, luego el gamonalismo, que no apostaron por el crecimiento y desarrollo de la población de Puno. La Reforma Agraria quiso liquidar eso, pero no pudo, lo hizo parcialmente, no obstante, con todos los experimentos fallidos la dependencia es aún mayor y surge de nuestra propia inoperatividad
La oportunidad social de feudatarios de alcanzar mejores condiciones laborales y remunerativas se desperdició. Predominó el sistema del huajccho como dueños de un número determinado de animales permitiéndoles ingresos adicionales
Nueva clase social de raíz rural
La reestructuración agraria de las empresas asociativas y la parcelación de las tierras comunales de uso individual facilitó y amplió las oportunidades de acceder a la educación superior. Circunstancia que origina el crecimiento de la profesionalización mediante las aulas universitarias en Puno que se acrecienta con la aparición de universidades privadas. Emergió una clase rural de economía rural y urbana informal.
Debemos de crear condiciones sociales, y realmente educativas para educar en función a nuestra grandeza cultural agropecuaria y económica potenciando la peculiaridad del espacio geográfico del Altiplano; que después de la Reforma Agraria no sabemos cómo utilizarla en provecho de la explotación agraria sostenida. Ese es un reto de gran trascendencia y que pasa por definir qué clase de futuro se requiere y demanda para Puno. De no mejorar la realidad agropecuaria continuaremos nuestro camino hacia el vacío y quizá hacia un país desierto como vaticinó Gamaliel Churata
5. ¿Existió, existe un plan de desarrollo, una visión de desarrollo de la actividad agropecuaria en Puno?
Un carnaval de improvisaciones y mascaradas
Las miopías burocráticas y tecnocráticas impiden implementar políticas públicas, planes regionales de largo plazo de economía agraria, La improvisación en el Gobierno Regional y en las municipalidades son frecuentes y no tiene visión de desarrollo agrario competitivo. Los proyectos e inversiones dirigidas para asistencia técnica, en ganadería son asistencialistas. Los planes estratégicos son coyunturalistas y repetitivos. Participación ciudadana en los presupuestos, direccionadas para obras y no para inversiones productivas.
El panorama del sector agrario es sombrío, no se desarrollará con inversión pública. Hay que recalcar que la inversión privada es necesaria con financiamiento a través de crédito accesible a una agricultura familiar. La desarticulación entre el aparato regional con el municipal es evidente. Otros sectores como Salud, Educación que intervienen en el sector agrario rural están aislados. En el sector rural la actividad agropecuaria es complementaria a otras y eclosiona una economía rural diferente.
Lo nacional impone y no armoniza
Por los paradigmas del modernismo social el campesino es catalogado como clase pobre y de extrema pobreza; no como sujeto con capacidad para desarrollar óptimas actividades agrarias. En ese concepto es favorecido por programas sociales nacionales sin comunicación con sectores regionales de competencia agropecuaria.
El contexto para una propuesta de desarrollo agropecuario tiene una diferencia sustancial; entre la zona Norte con poblaciones quechua hablantes caracterizada para explotación ganadera y pastoreo; y en la zona Sur, se cuenta con poblaciones aimaras propicias para la agricultura donde se ubica las tierras productivas de producción de alimentos. Estos fenómenos sociales, geográficos, con recursos y vocaciones, pasan desapercibidos y manifiestan un sentido de diversidad sui generis en el país. Necesariamente son elementos para elaborar planes de desarrollo agrario. Además, la vinculación con otras regiones como Tacna y Moquegua para el sector aimara; Arequipa, Cusco y Madre de Dios, con preminencia quechua deben potenciarse. Pero lamentablemente solo nos miramos el ombligo.
6. ¿La actividad agropecuaria en Puno, debería ser uno de los pilares en los que se sostiene el crecimiento económico de Puno?
Sin desarrollo agropecuario agotaremos al Sur
Debe serlo. Recursos existentes en el Altiplano para la producción agropecuaria no son escasos. Refiero lo manifestado por el Ing. Juan José Vera del Carpio, en su libro “Puno entre la Pobreza y el Desarrollo. Puntualiza lo siguiente: Si no se hace nada efectivo para cambiar la situación actual, cada vez tendremos un panorama más sombrío, tanto desde el punto de vista social, como económico, político y geopolítico, además de complicar la vida del resto de la macro región Sur en forma directa o indirectamente a todo el país”.
En la situación actual, se justifica lo puntualizado. El crecimiento y cambio incipiente en favor del desarrollo humano, esencialmente de jóvenes, se sustenta en el mundo agropecuario. Por ello es deplorable que la dinámica agraria esté estancada, sin tecnología, agobiada por el despoblamiento y abandono del campo, en detrimento del crecimiento económico de los productores y con el desequilibrio del crecimiento de las ciudades.
El escenario no deseado se confirma según los indicadores económicos para el sector agrario; disminución de la PEA, pocas inversiones públicas y privadas y productos sin valor agregado, desorden en el manejo del territorio rural para crianza y manejo de ganadería competitiva; migración a las ciudades. Puno como región disminuyó su población, las provincias de igual manera, excepto Juliaca que creció. El sector rural en población es del 49.2 % y urbano 50.8%. el crecimiento agropecuario es relativamente precario agudizándose para los próximos años.
La universidad y su real proyección
El rol de la Universidad Nacional del Altiplano es importante e imprescindible su intervención creando la Escuela de Lácteos en Chuquibambilla, existe una demanda considerable para mejorar la técnica de elaboración de tipos de queso. Es necesario fortalecer una Escuela Textil y Cerámica para organizar, canalizar y maximizar y la oferta de productos artesanales de exportación en crecimiento.
La Universidad de Puno debe mirar con atención a productores técnicos en la capacitación de elaboración de quesos y lácteos, tejidos, cerámica representativos de la identidad puneña. Los recursos físicos existen, lo que falta es emprender con visión la realización y plasmación de estos nuevos escenarios. para que la propuesta de la universidad sea de verdad innovadora y acorde a la nueva realidad que vivimos
7. ¿En qué momento se ‘jodió’ la empresa comunal dedicada a la producción agropecuaria en Puno?
Políticos de conveniencia
Sin duda después de la reestructuración de las empresas asociativas con la política de explotación agraria impuesta por Alan García, con cálculos de clientelismo político impulsados a través de la concentración y convocatoria de los Rimanacuy, apoyadas por la izquierda para que las empresas comunales produzcan en escala. Ese experimento populista fracasó y aumentó el colapso agropecuario. La teoría impuesta por tecnócratas e ideólogos de la capital no tuvo una respuesta contundente de la clase técnica, burocrática y académica de Puno de ese entonces. Existe la sensación de que la clase pensante de 1987 no estuvo a la altura de la circunstancia para posicionar lo que se debió hacer con la actividad agraria para Puno y por el contrario facilitó el descalabro apoyando la reestructuración del agro.
La realidad venció a la teoría. La parcelación de la tierra era evidente, la racionalidad campesina favoreció su redistribución individual. Luego Fujimori acabó con la Empresa Comunal por falta de apoyo técnico y financiero; instaurando la política de libre mercado, la no intervención del Estado. Política impuesta mediante el consenso de Washington de economía neoliberal.
¿La Comunidad Campesina: fin o continuidad?
Debemos, ahora con urgencia e inteligencia, ubicarnos en el proceso social y económico imperante e incentivarnos a un estudio más amplio para evaluar los resultados favorables o negativos de ese proceso. Se inició el tránsito ¿irreversible? de la economía agraria en escala a una economía familiar.
Ahora la atención pública se encuentra absorta por otros problemas. Las Comunidades Campesinas son consideradas demasiado insignificantes para acometer el desarrollo. En ese espacio no se discute ni analiza la importancia o inconveniencia de su existencia. Se teme irritar su capacidad organizativa política rural, que podría convertirse en un adversario peligroso en el tiempo.
8. El MINEDU desde hace mucho tiempo ha implementado colegios técnicos agropecuarios ¿Existen resultados?
No hay real educación técnica
La educación técnica en colegios e institutos agropecuarios, no es prioritaria para el MINEDU ni para la Dirección Regional de Educación. Esa es una educación de segundo orden; obviamente, la educación clásica al estilo europeo imperante en el sistema educativo nacional y regional se impone. La prueba PISA aplicada al sistema educativo ordinario y el rol de las instituciones técnicas no se evalúa.
Requerimos de instituciones técnicas creadas en función a la realidad de Puno relacionada al agro y ubicadas en el sector rural. La curricula no se renueva y los jóvenes optan por la oportunidad técnica que lamentablemente es de preparación mediocre, sin los recursos necesarios. Los Directores y el, personal docente se muestra inactivo para desarrollar experiencias propias, para enseñanza práctica y no teórica. Los jóvenes, que eligen carreras técnicas no acceden al mercado laboral copado por ingenieros agrónomos, veterinarios válidos para instituciones agrarias, con remuneraciones paupérrimas, en desmedro de técnicos agropecuarios.
Si establecemos políticas de incentivo a jóvenes técnicos agropecuarios, mejorando sus expectativas y oportunidades en el sector rural y apoyamos su capacidad de gestión en emprendimientos individuales y colectivos, estaremos forjando desarrollo humano y lograremos que la educación técnica agropecuaria tenga sentido y sea gratificante.
9. ¿Qué cambios estructurales en la actividad agropecuaria deberían iniciarse?
Fortalecer la intersectorialidad
Proponer un cambio estructural de carácter nacional y regional es importante. La normatividad actual y la ley de Comunidades Campesinas que es la institución vigente social y política que permanece en el sector rural deben replantearse. Sostenemos que su rol ha cambiado. La Comunidad Campesina ya no es una organización económica para el desarrollo agropecuario. Más de 1289 comunidades parcelaron la tierra con tenencia individualizada de capital pecuario muy precario.
Definir su importancia social y a los gestores rurales en medio ambiente, cambio climático, salud, educación, conservación de recursos naturales ameritan fortalecer la intersectorialidad. Hay que apoyar a los Programas Sociales, especialmente de lugares distantes con la institucionalidad campesina existente.
Preservar la biodiversidad
Es necesario el acceso a la titularidad de la tierra por las mujeres. La tenencia de tierra entre mediana y pequeña propiedad y potenciar el uso de tierras baldías, abandonadas para el uso agropecuario. También hay que organizar las cadenas productivas para fortalecer la acción en escala con mayores volúmenes bajo el ordenamiento territorialidad y gestión de cuencas. Asimismo, se requiere implementar modelos organizativos de conservación y preservación de la biodiversidad altiplánica de cultivos y crianzas.
Manejo y gestión del agua con participación de poblaciones localizadas en las cabeceras de cuenca, para la preservación y conservación de los acuíferos.
Mediante Ordenanza Regional y Municipal se requiere destinar un porcentaje en los presupuestos de obras y actividades para inversiones en mitigación del cambio climático. La gestión de recursos financieros privados es vital para la cosecha de agua y la forestación, activando el compromiso del sector minero, las financieras, empresas de servicios, etc. Que coadyuven a la construcción de reservorios para sistemas de riego y plantaciones forestales.
10. ¿Qué futuro tiene la producción agropecuaria puneña?
El punto de vista estriba en la Política Agraria orientada a objetivos predeterminados por una agricultura familiar y la aplicación de estrategias del Gobierno Regional y los Gobiernos Locales en materia agraria, riego, manejo sostenible de agua y suelos, desarrollo forestal, seguridad jurídica sobre la tierra, infraestructura y tecnificación. Atención de riesgos sistémicos, desarrollo de capacidades, reconversión productiva, acceso a mercados y cadenas productivas.
Lineamientos básicos
Para construir un sector agropecuario competitivo, integrado y sostenible, garantizando los esfuerzos de política social y facilitar el proceso de armonización entre políticas, planificación y asignación presupuestal centrándolos en resultados a favor de los agricultores y agricultoras familiares se necesita establecer líneas de base. Hay que favorecer la articulación intersectorial e intergubernamental de iniciativas, optimizando la calidad de inversión del Estado, enlazando el desarrollo económico, social y ambiental.
La vía campesina, agricultura familiar facilita la conexión con la ruralidad, los orígenes y lo ancestral, alimentada no sólo con comida, también con historia. Es por ello importante que el sector urbano reconozca la importancia del sector agrario. En este marco, la agricultura familiar dispone de potencial y la obligación de enfrentar los grandes desafíos globales como el cambio climático, la inseguridad alimentaria, el deterioro de los recursos naturales y la pobreza rural.
El Censo Nacional Agropecuario del año 2012, para Puno, señaló que la agricultura familiar representa el 97% del total de las más de 225 mil unidades agropecuarias (UA) y los trabajadores agrícolas representan más del 45% del total regional.
El futuro es incierto en la actividad económica más importante. Debemos desarrollar el sector rural, formando polos de desarrollo conectados a los ejes nodales de Juliaca, Puno e Ilave. Los nudos duros de la pobreza son fuente constante de migración que básicamente se traslada a l-as ciudades de la costa y que en l-a región altiplánica agobia la informalidad en especial en <La Rinconada y demás centros de destrucción ambiental.
Administrar racionalmente el recurso agua
Agua Un escenario futuro es la integración regional y adyacente. El problema del agua, responde a una pregunta, ¿dónde está la mejor tierra potencialmente cultivable? En la costa y su efecto limitante es el agua y, la contra pregunta es: ¿Quién la tiene para el caso de la macro región Sur? ¡Puno!
Este contexto es crucial, para potenciar a Puno en el espacio regional, por varias razones, una de ellas, comunicación vial hacia los puertos de la costa. La visión geopolítica regional, unificación territorial, para el desarrollo económico del sur.
El tema principal de futuro es la macro región sur. Encontrar las alternativas adecuadas, una de ellas, puede ser conformar Directorios de los Proyectos de riego costeños con representantes del Gobierno Regional de Puno, para el manejo y conducción de la cuenca.
El Gobierno Regional debe encontrar equilibrio con equidad sin perjudicar los recursos, respetar el medio ambiente de las cuencas altas, donde se practica ganadería. Puno debe implementar un plan regional de irrigaciones medianas para producción agrícola, tomando en cuenta el balance hídrico.
La experiencia del Proyecto IMSA-CINDES, se puede replicar mediante la construcción de sistemas de riego pequeños para la producción agropecuaria a través de reservorios y tanques elevados de uso múltiple, agrícola, ganadero y consumo humano, a bajo costo.
Si no construimos futuro la edificación de una economía regional potencial mirando hacia los países del cono Sur y del Océano Pacífico o Brasil será difícil.
11. ¿Cuál es el efecto internacional en la producción agropecuaria puneña?
Usamos los mismos pañales y no los cambiamos
En el entorno internacional los estándares de comercialización de productos son altamente exigentes. ¿Los productos agropecuarios elaborados en la región, podrán obtener calidad y volúmenes de exportación permanentes? La respuesta es no. Cada país presenta una reglamentación sanitaria que muchas veces no podemos cumplir.
Los TLC no nos benefician
¿Los agricultores se benefician con los TLC implementados desde el gobierno de Toledo? Tenemos más de 13 de estos convenios internacionales. La respuesta es nula. Ni las direcciones regionales de Turismo y Comercio Exterior, Producción o Dirección Agraria no visionan este uso de los convenios internacionales comerciales. No existe un programa de exportación planificada para el largo plazo de productos agropecuarios con ventajas comparativas.
La quinua tuvo apoyo del Gobierno Nacional, los Gobiernos Regionales no pudieron fortalecer el producto que es actualmente sostenido por organizaciones de productores. Igual circunstancia vive el café a través de las Cooperativas Agrarias Cafetaleras, con los riesgos que tienen que asumir por plagas y precios internacionales y sin apoyo del Estado. La lana, ya no se exporta, la fibra se transforma en Arequipa, para exportar en prendas de vestir.
La situación de los sub productos pecuarios es deplorable. El 25 % de pieles de vacunos, 73 % de pieles de ovinos y 93% de pieles de camélidos se pierden debido a las malas condiciones de matanza cuya pérdida anual se estima en 8 .3 millones de dólares anuales. Se muestra con estos datos la incipiente industria que padecemos. No miramos siquiera por un resquicio para incentivar las inversiones en estos sub productos.
En la práctica no tenemos un plan de desarrollo en el corto o mediano plazo, menos un plan de exportación de nuestros productos añadiéndoles valor agregado. Si deseamos sostener una producción con mejores rendimientos, volúmenes y calidad es obligatorio fortalecer la organización productiva y hacerla competitiva para generar mejores condiciones de vida y empleo, especialmente para los jóvenes.
Comentario sobre post