El hallazgo de dos bebés muertos conmocionó a la ciudadanía arequipeña.
Un menor fue encontrado en el distrito de Socabaya, y el otro en el distrito de José María Quimper, en Camaná.
Una llamada anónima a la comisaría de Ciudad Mi Trabajo (Socabaya), alertó del primer caso e informó sobre la ubicación del cadáver.
El aviso fue hecho por una mujer, y no se descarta que la misma madre del menor haya realizado la llamada.
Los efectivos encontraron el cuerpo debajo del puente El Porvenir, cerca de la explanta de Tratamiento Chilpinilla.
El infante estaba desnudo, su pequeño cuerpo fue envuelto con una manta.
Tras la revisión, los policías determinaron que el niño estuvo 4 días debajo del puente.
El olor y descomposición era evidente, por ello, en un primer momento no se pudo determinar las causas de su deceso.
Se observó que no recibió atención médica al nacer, porque le arrancaron el cordón umbilical, causándole una herida.
Los agentes de homicidios presumen que el menor nació en una casa y la misma madre lo habría puesto debajo del puente.
Con las investigaciones, esperan encontrar a la desalmada mujer.
Camaná
De otro lado, un bebé momificado fue hallado en un terreno del distrito de José María Quimper (Camaná).
Lo encontró Jesús Bernal, cuando removía la tierra de su propiedad, en el anexo El Puente.
Observó un bulto envuelto en una manta de lliclla y al revisarlo, notó que se trataba de un bebé muerto.
El comerciante comunicó sobre el hallazgo a la policía.
El médico legista indicó que el bebé tendría 8 meses de nacido, y más de un año de fallecido.
Además de la manta, el cuerpo estaba envuelto con papel. Tenía un gorro rojo y un saco, y no vestía pantalón ni medias.
Lo curioso del caso es que el menor portaba en una mano un plato, y en la otra una bolsa con monedas. Algunos lugareños indicaron que ese tipo de ofrendas se hacen cuando pagan la tierra.
Salud mental
Para la psicóloga Tania Rojas Gómez, hay muchos factores por los cuales una madre abandona a su hijo recién nacido.
La progenitora después de dar a luz pasa por un trastorno postparto.
Cambian los sentimientos de felicidad de tener un hijo, y la mujer experimenta tristeza o depresión.
La crisis se agrava si se trata de una madre muy joven que no tiene el apoyo de sus padres ni de su pareja.
Se sienten solas, piensan en autoeliminarse o en matar a sus hijos. Se convierte en un problema de salud mental.
La especialista recomienda que los padres de adolescentes estén muy pendientes de sus hijos.
Asimismo, las autoridades deben preocuparse de la salud mental de las futuras madres.
Las progenitoras deben pasar por todos los controles prenatales, de ser necesario, deben recibir apoyo psicológico.
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