ANUBIS
El nombre griego del guardián de las tumbas asociado con la muerte y la vida después de esta en la religión del Antiguo Egipto, maestro de las necrópolis y patrón de embalsamadores, representado como un gran cánido negro acostado sobre su estómago, probablemente un chacal o un perro salvaje, o como un hombre con cabeza de perro. Probablemente, la forma cánida del dios fue inspirada por los antiguos egipcios por el comportamiento de los caninos, a menudo carroñeros oportunistas paseando por la noche en los cementerios en busca de cadáveres.
CERBERO
En la mitología griega, demonio del pozo, también conocido como Can Cerbero, era el perro de Hades, un monstruo de tres cabezas en la tradición más común pero de cincuenta cabezas según Hesíodo, con una serpiente en lugar de cola.
Cerbero guardaba la puerta del Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar. La existencia de un perro infernal en la entrada de los infiernos parece que ya estaba presente en la mitología indoeuropea original, pues aparece en los mitos de otros pueblos indoeuropeos, como es el caso del perro ensangrentado Garm en la mitología escandinava.
ARGOS
En La Odisea, Argos es el perro de Odiseo, rey de Ítaca.
Argos aparece al final del poema, cuando Odiseo regresa a Ítaca luego de luchar en la Guerra de Troya y deambular por el mar, tras veinte años de ausencia. Odiseo, para mejor enfrentar a sus enemigos, aparece con sus facciones disimuladas por Atenea y disfrazado de mendigo, de manera que nadie lo reconozca. Pero Argos, enfermo y descuidado, sí lo conoce y lo saluda trabajosamente con la cola. Odiseo, enterado de la fidelidad de su perro y de su estado actual, pero imposibilitado de responder el saludo, derrama una lágrima y sigue su camino. El perro, cumplida su misión de esperar veinte años a su amo, muere.
Esta escena es uno de los ejemplos más antiguos paradigmáticos de la fidelidad que puede tener el perro al hombre.
HELLHOUND
Un Hellhound o sabueso infernal es un perro o sabueso del Infierno. Según la mitología, y la ficción, los perros son muertos vivientes con una apariencia que puede recordar a unos perros de gran tamaño. Normalmente acompañan a los guardabosques esqueletos o a los jinetes muertos. En apariencia, suelen verse de color negro o blanco algo esquelético, ojos rojos o amarillos, además de poseer una enorme fuerza y velocidad, suelen oler a muerto y en ocasiones tienen la habilidad de hablar. Algunas creencias dicen que si una persona los puede ver físicamente se morirá al instante.
CADEJO
Cadejo o El Cadejo es un animal legendario de la región mesoamericana, siendo muy conocido en las zonas rurales e incluso urbanas de Centroamérica.
La leyenda del Cadejo es el vestigio de una antigua creencia que supone que todo humano posee un animal de compañía. Este mítico animal es el doble del hombre, de tal manera que la enfermedad o la muerte del primero conllevan la enfermedad o la muerte del segundo. Dicho animal acompaña al hombre en todos sus viajes solitarios por la noche; y en la versión de dos cadejos, el blanco lo protege y lo defiende contra los malos espíritus encarnados en el cadejo negro.
INUGAMI
En la mitología japonesa un inugami, perro-dios, es una forma de utilizar un Espíritu Animal, comúnmente originado de un perro, comúnmente para llevar a cabo una venganza o actuando como guardianes a favor de su Inugami-mochi.
HUEHUECÓYOTL
Huehuecóyotl es un tramposo dios mexica de la música, el baile y la canción. En el Códice Borbónico es representado como un coyote bailando con manos y pies humanos, acompañado por unos platillos.
Huehuecoyotl comparte muchas características con el tópico del coyote estafador de las tribus norteamericanas, incluyendo en la narración y el canto coral. En ambas culturas es un bromista, cuyos trucos a menudo son jugados sobre otros dioses, pero con frecuencia fallan causando más problema a él que a las víctimas.
Dios fiestero, incluso se decía que instigaba guerras entre humanos para aliviar su aburrimiento. Él es parte de la familia de dioses mexicas de Tezcatlipoca, y tiene sus poderes para transformarse.
PERROS DE FU
Los Perros de Fu, también Perros de Buda o Leones coreanos, son poderosos animales míticos que tienen su origen en la tradición budista y que, consecuentemente, están bastante difundidos en el lejano Oriente. En la medida en que los chinos emplean el término ‘Fo’ para referirse a Buda, puede hablarse también de “perros de Buda. De hecho, se los suele encontrar en los umbrales de templos budistas, palacios y tumbas imperiales, en todos los edificios de gobierno desde la Dinastía Han, hasta el final del imperio.
Parece ser que los perros de Fu son, en realidad, leones, ya que el león es un animal consagrado a Buda. En efecto: estas bestias no aparecen en el arte chino primitivo, sino que fueron introducidas tardíamente, con el budismo, como defensores de la ley y protectores de los edificios sagrados. Estos animales son también conocidos como “perros de la felicidad” o “perros celestiales” y son emblemas de valor y energía, complementos indispensables de la sabiduría.
El simbolismo de los perros de Fu es considerado, asimismo, en los estudios sobre el Feng Shui que les asocia la vigilancia, el juego limpio y la defensa del débil.
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