Alto Selva Alegre. ¡Fue un largo viaje! Comentaban los deportistas escolares a su llegada al estadio del colegio Militar Francisco Bolognesi. El sol resplandeciente y el intenso calor los acompañaba en su paso hacia los vestidores, faltaba poco para que se juegue la primera fecha de fútbol escolar en su etapa entre Ugel.
En el partido se enfrentarían el colegio Jorge Basadre, que había viajado aproximadamente 4 horas desde Condesuyos, y su similar del plantel mixto de Corire, que hicieron lo propio por 3 horas desde Castilla.
Ya uniformados y con un semblante motivador, ambas instituciones salieron al campo sintético del colegio militar. El árbitro saludó a los capitanes y rápidamente inició el cotejo. ¡Corire, Corire! Se escuchaba en la parte norte de las tribunas. Mientras que en el lado sur los chicos del Jorge Basadre, gritaban todo tipo de barras, tanto así que no se entendía lo que decían.
Los de Condesuyos, vestían un uniforme azul. Mientras que los futbolistas del colegio Corire, tenían un atractivo verde en diferentes tonalidades. Rápidamente llegó la primera jugada de peligro. Basadre atacó fugazmente por la banda izquierda, sorprendió a los defensores verdolagas y anotó el primer gol casi al minuto de juego. La situación se complicó para los chicos de Corire.
Los verdolagas no se quedaron atrás. Con la presión sobre los hombros, el entrenador decidió replantear y desde su área técnica comenzó a gritar: ¡Dos puntas, Seamos ofensivos! ¡Ataquemos, Ataquemos! Los gritos y arengas no fueron en vano, el equipo tomó la posesión del juego y creó varias oportunidades para el empate. Es así como a poco de culminar el primer tiempo, una pelota filtrada ingresó en el área del Basadre, un jugador verdolaga le cambió la dirección y anotó el empate. Con ese marcador, el árbitro decidió culminar la primera fracción.
El envión anímico no se redujo para el complemento. A pesar del inmenso calor, el partido no redujo su intensidad y los ataques verdolagas continuaron. En una curiosa jugada el balón llegó con un alto pero tranquilo rebote al área azul. La pelota parecía que sería controlada sin mayores apuros por el guardameta jorgista. Pero, nuevamente un verdolaga apareció de la nada y cabeceó el esférico unos segundos antes de que llegara a manos del arquero, la pelota fue dando leves botes para finalmente cruzar la línea de gol. El lado norte de la tribuna explotó de la emoción, los jugadores se abrazaron y celebraron su gol con mucha felicidad.
El partido mantuvo su intensidad. Pero finalmente, el árbitro dio por finalizado el tiempo. 2-1 remontaron y ganaron los escolares de Corire, en su mirada se reflejaba la emoción y alegría de ganar tras un pesado viaje.
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