El delito de trata de personas está en el primer lugar de ocurrencia a nivel mundial, incluso antes que el tráfico de drogas y armas.
Afecta a todos los países, estratos sociales y género. Se esconde detrás de falsas promesas de estudio, fama, dinero fácil, trabajo, etc.
Aunque existen cifras, estas no pueden ser del todo reales, porque se estima que solo el 30% de víctimas de trata llegan a hacer una denuncia.
El céntrico Parque Duhamel de la calle Deán Valdivia, conocido por ser un punto de concentración para quienes buscan trabajo, es también un lugar clave para los tratantes, según el fiscal adjunto superior, Julio César Tapia Cárdenas.
Así dieron con el caso de 2 muchachas que con la promesa de emplearlas como ayudantes de cocina, fueron llevadas a bares de la variante de Uchumayo para que ejerzan el meretricio.
Tapia advierte que por las redes sociales se incrementa la trata de personas en la ciudad. Las engañan, les dicen que serán modelos reconocidas.
“Les toman fotos comprometedoras para luego extorsionarlas y obligarlas a prostituirse, y la mayoría de perfiles de quienes las captan se hacen pasar mujeres para ganarse su confianza”, detalla el magistrado.
En uno de los casos investigados, atraparon a un varón que captaba a jóvenes de este modo. Le encontraron 4 celulares donde chantajeaba a la misma cantidad de jóvenes. Luego, se supo que entre este sujeto y su pareja tenían 34 celulares.
El fiscal compartió estos casos durante la conferencia sobre la lucha contra la injusticia y la trata global de personas, realizada en el Centro de las Artes de la Universidad Católica San Pablo (UCSP).
La UCSP y la asociación civil Fight Perú, presentan la exposición artística ‘Arte mayor en el tiempo’, con el fin de hacer un llamado de atención frente a la trata de personas a través del arte.
En la conferencia también participó la Psicóloga María Elena Arcos Naquira, docente del Departamento de Psicología de la UCSP, quien trabaja con víctimas de trata.
Arcos explicó que hay ideas erradas en la sociedad que no ayudan a las personas que han logrado ser rescatadas de la trata a reinsertarse en la sociedad, como el decir que es su culpa porque fueron ingenuas o se dejaron engañar.
“Es un error, la víctima no tiene culpa alguna, eso es algo que se tiene que entender. Para ayudarlas a superar esta terrible experiencia se necesita de tratamiento especializado que lo brindamos los psicólogos clínicos, pero también se requiere del apoyo de la sociedad no juzgando a las personas o revictimizándolas”, comenta.
La gravedad y la complejidad de la trata de personas no se limita a redes organizadas, a veces puede estar en un vecino que tiene a un niño que lo ha traído de otro lugar para ser explotado laboralmente.
Lo aíslan y hacen vivir en condiciones paupérrimas, o incluso en los falsos mendigos que probablemente vemos en el Cercado.
“La muestra permite apreciar dos aspectos: por un lado el sentir de jóvenes escolares frente a la trata de personas, a quienes se les ha sensibilizado sobre este problema; y por el otro, mediante las obras de grandes artistas peruanos, refleja cómo una persona en libertad, valor que la trata de personas coacta, puede darnos piezas tan hermosas”, comentó Vanessa Llerena, coordinadora de Artes Escénicas y Visuales del Centro de las Artes de la UCSP.
“Hubo una denuncia de que en un techo de una vivienda, había mucha ropa de niños que era colgada para que seque, con solo ese indicio iniciamos una investigación y detectamos que en esa casa tenían secuestrados a los hijos de chicas que eran víctimas de trata con fines de comercio sexual”, contó el fiscal Tapia Cárdenas.
Si hay temor por represalias, el funcionario explica que las denuncias se pueden hacer de modo anónimo en el Ministerio Público y la Policía.
*Periodista
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