En la audiencia judicial desarrollada en el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de San Román, cuyo titular es el magistrado Santos Llanos Quispe, se dictó nueve meses de prisión preventiva en contra de Rubén Calsín Roque, asesino confeso de la joven madre Jhomara Érika Cruz Mayta (22).
La audiencia se inició al mediodía de ayer, en el Módulo Penal ubicado en la plaza Zarumilla, local del Poder Judicial de la ciudad de Juliaca, hasta donde llegaron los representantes del Ministerio Público.
A Calsín Roque se le acusa de la comisión del delito de feminicidio, en agravio de Érika Cruz. Según se sabe, esta última fue asesinada en la vivienda del imputado, con tres certeros cortes en el cuello.
Luego de ello, fue metida en un saco y botada en el río Churi, estando desaparecida más de 20 días. Durante ese lapso, los familiares de la víctima realizaron una serie de protestas y una intensa búsqueda en diferentes partes de la ciudad.
Finalmente, Rubén Calsín Roque (19) confesó que asesinó a Érika. Durante las diligencias, sin ningún remordimiento, narró que la mató por cólera, ya que ella lo habría humillado durante una discusión que tuvieron en su cuarto.
Pese a ello, se presume que el asesino no habría actuado solo, ya que tuvo que llevar el cadáver de Érika hasta el río Churi. En consecuencia, se cree que Rubén tuvo cómplices, los mismos que lo habrían apoyado con un vehículo para deshacerse del cuerpo.
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