Tras el escándalo protagonizado por el supervisor de Serenazgo de la Municipal Distrital de San Miguel (San Román), Marco Antonio Ochoa Cerpa, quien ingería cerveza en plena Subgerencia de Serenazgo, el pasado sábado 22 de junio (18:00 horas), cuestionan a todos los funcionarios ediles.
Así lo dieron a conocer algunos regidores, mediante un pronunciamiento, objetando la actitud del alcalde Eugenio Yupa Zela, por colocar personal de confianza que no tendría resultados y que, más bien, estaría metido en actos reñidos contra la moral y la justicia.
“A la fecha la municipalidad… ha sido copada con personal de confianza incompetente y que no da resultados respecto a metas; se denota que no tiene compromiso alguno con la solución de las principales necesidades del distrito”, dice el tercer punto del pronunciamiento.
Igualmente, cuestionan la falta de denuncias contra los presuntos actos de corrupción suscitados en la gestión del exadministrador Johnny Mamani Ponce; para ello, esto los induce a pensar en un silencio cómplice.
Cuestionaron también que hasta la fecha no se hayan elaborado los instrumentos de gestión necesarios para el funcionamiento de la municipalidad distrital.
Sobre el mal funcionario, la regidora de Seguridad Ciudadana, Yesenia Uscamayta, manifestó que durante la intervención, en la que ella estuvo presente, Ochoa Cerpa no obstaculizó ni tampoco respondió a las preguntas sobre su mal actuar.
En ese sentido, instó a que procedan las denuncias y se separe al mal elemento edil.
Por su parte, Antonio Ochoa señaló que le “sembraron” las cervezas y que los regidores Facundo Arapa y Ana Acrota lo venían hostigando, exigiéndole cupos de serenos, pese a que en ese entonces se desempeñaba como subgerente.
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