Walter Paz Quispe Santos/Mauro Eloy Sucapuca Cutipa
Apareció como una de las prometedoras figuras del arte desde su natal Ilave, para luego de muchos años consagrarse como uno de los extraordinarios pintores, sobre todo en la técnica del óleo, expresando toda la fuerza telúrica de los andes en sus representaciones. El artista Wilson Wilber Quispe Velásquez, cuyo nombre artístico es “MOYAS”, ha logrado introducir en la pintura con mucha maestría la iconografía de dioses de la mitología aimara, quechua, puquina, uru, callahuaya y todo lo que puede expresar una oferencia de la cosmología y cosmogonía del altiplano. Los signos y símbolos de las culturas preincas e incas, rescatados en sus cuadros en su esplendor y agonía. Las chacanas que muestran la resistencia y dominio en integración con la naturaleza, pumas que expresan la fuerza de la vitalidad y la grandeza de seres vivos que acompañaron al hombre en su experiencia histórica, fortalezas llenos de siglos de historia; a veces pintados según el realismo, como diría Barthes, en un relato interminable sin códigos, invitando a una fiesta de las miradas para invitarnos a múltiples interpretaciones. Otras veces Moyas se apodera de un simbolismo que requiere encontrar un tercer sentido para saber lo que el arte puede comunicar a través de la pintura.
Esperamos que el artista continúe por ese camino, ya que son pocos los que logran expresar la semiótica social y cultural con versatilidad, armonía y el manejo del color. Moyas, en sus últimos cuadros, hace una combinación de técnicas clásicas con las modernas para seguir mostrándonos el mismo propósito de hurgar en el pasado los rostros de nuestro presente y sin ser profeta trazar las proyecciones de las trayectorias que animarán las reflexiones pictóricas del futuro.
En sus inicios, Moyas nos ha traído con sorprendente lucidez sensuales sirenas del Titicaca que expresan de algún modo el camino de antiguos cronistas, viajeros, sacerdotes, arquitectos o escultores, que lograron esculpir la ruta de las sirenas en los imafrontes de las iglesias coloniales desde el Cuzco hasta Potosí. Para variar, ha logrado combinar texturas de diferente procedencia y diseño y de ese modo construir más tejidos sociales desafiantes en profundidad en composiciones que te invitan a redescubrir otro imaginario mayor, hay momentos en los que el artista también recupera los colores que te proporciona la tierra y de ese modo hacer una relectura, por ejemplo, en imágenes como de la Virgen de la Candelaria, mostrados en atuendos de Capachica u otro lugar del Altiplano. Lo conocimos a Moyas en nuestra breve experiencia de la docencia en el arte en la Escuela Superior de Formación Artística de Juliaca y en la Escuela del mismo nombre de Puno, donde actualmente dirige talleres de pintura. No tuvimos la oportunidad de conversar, por los tiempos acortados de esta bárbara civilización, sobre sus logros o premios conseguidos en su vida de artista, solo el recuerdo de que la última vez lo vimos organizando una Bienal Internacional buscando curadores, mecenas, o algún enamorado del arte para financiar los premios que falta hacen para ese tipo de actividades.
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