Por Bladimiro Begazo Begazo
Una vez más, los peruanos de las etnias selváticas se ven afectados por los derrames petroleros tanto de PETROPERÚ y las empresas privadas, lo que viene afectando irremediablemente la salud y vida de los pobladores.
A ello, se suma la deforestación a consecuencia de la tala indiscriminada de sus bosques y la contaminación de los ríos que son el sustento de la alimentación familiar, ante la mirada pasiva y cómplice de los peruanos que no padecemos las consecuencias directas de los derrames petroleros.
Todos recordamos la lucha heroica que libraron estos pobladores hace 10 años y que culminó con 23 muertos, tanto en La Curva del Diablo y otros lugares, y la desaparición del oficial Bazán, en contra de la pretendida parcelación de la selva a favor de capitalistas privados y en demostración de rechazo a la arrogancia, racismo y desprecio de Alan García que los calificó como personas de tercera categoría, por lo que hasta la fecha hay procesos judiciales pendientes contra Mercedes Cabanillas y otros. Levantamiento popular más conocido como el “Baguazo”.
Hoy, el gobierno de Martín Vizcarra, siguiendo el derrotero neoliberal de sus antecesores para satisfacer el pedido de la CONFIEP y considerando que el crecimiento económico de este año no será mayor del 3%, no está atendiendo los reclamos que van más allá de los derrames petroleros de 54 federaciones de ciudadanos que se han declarado en huelga indefinida, bloqueando 12 cuencas de sus ríos y que hoy incluso cuentan con el apoyo de la Asociación de Armadores.
El peligro de un enfrentamiento y la represión gubernamental que es latente, puede desembocar en un conflicto de incalculables consecuencias, que los peruanos no deseamos ni queremos.
Los peruanos de la selva, que son tan peruanos como nosotros, tienen razón y fundamento en sus demandas, porque todos hemos apreciado en los medios de comunicación los daños existentes, con ríos muertos, bosques secos, aguas contaminadas, etc.
Así como el derrame producido el 18 de junio en el distrito de Manseriche, provincia El Daten del Marañón, ha colmado su paciencia, por cuanto hay antecedentes de 20 derrames anteriores cuya solución, reparación y sanción a los culpables, no han sido atendidas por parte del gobierno central.
Por ejemplo el 2012 en Santa María, Amazonas, se derramaron 200 barriles que afectaron a 200 personas; el 2013, el derrame se produjo en Guadalupe, también Amazonas; el 2014 se derramaron 3000 barriles en Urarinas, Loreto, que afectó a 1000 personas.
En Loreto, en el río Cunanico se derramaron 2358 barriles que perjudicó a 500 familias; el 2016, el derrame de 150 barriles se produjo en el hermoso puerto y Distrito de Imaza, región Amazonas y perjudicó a 1900 personas.
En el 2016, también en Loreto, en la localidad de Morona se derramaron 2000 barriles afectando a 2543 personas y en la localidad de Barranca, se derramaron 600 barriles resultando 435 personas perjudicadas.
Estos datos son algo pasados, pero en los años 2017, 2018 y en lo que va del año los derrames casi son continuos. Entonces tienen mucho fundamento las demandas de los peruanos de la selva y merecen nuestro apoyo e identificación.
*Exdiputado por Arequipa
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