Columnista: Walter Paz Quispe Santos
Desde el año pasado, por este medio y otros, advertimos los actos de corrupción y negligencias en el PREVAED, perteneciente a la DRE de Puno, y sobre todo la mala conducción de este programa estratégico del Ministerio de Educación por parte de su coordinador, Miguel Ramos Rodríguez, quien seguiría cometiendo actos de corrupción en las convocatorias CAS al hacer ganar a docentes nombrados que habrían obtenido licencias irregulares con tal de ganar jugosos sueldos del programa, contraviniendo a la ley de Carrera Pública Magisterial, que autoriza gozar de este derecho solo hasta por dos años.
El año pasado habíamos descubierto que Ramos habría solicitado sus licencias hasta por ocho años consecutivos y hoy con sorpresa comprobamos que OSI-DREP no habría iniciado ninguna acción correctiva ni sancionadora; porque ahora sabemos que el mencionado funcionario con tal de evadir sus responsabilidades habría pasado al cese voluntario para seguir manejando a su atojado gusto este programa ahí están el exceso de vacaciones que ha solicitado con tal de evadir los cuestionamientos de nuevos concursos CAS que ahora estarían siendo direccionados por el actual director de gestión pedagógica Jhoni Grande que más parece su subordinado, y sobre él pesa el cuestionamiento de una doble designación, ya que si bien ganó un concurso para ser director del área de gestión pedagógico este ya habría gozado ese beneficio en la UGEL Putina y su designación en la DREP sería totalmente irregular y corrupta, solo para calificar favorablemente a especialistas en los procesos de evaluación.
Además con el aval de este director se habrían cometido más acciones de corrupción y negligencias: tal es el caso de los profesores, Juan de Dios Quispe Cahuana, Carlos Zea Huaraya; habrían excedido en licencias y es un imperativo revisar su estado escalafonario y si el caso amerita sancionarlos como corresponde.
También hay una conducción negligente del programa, en el caso del sismo ocurrido con un epicentro en Azángaro, se ha comprobado por informes de los directores de ésta provincia, que el programa no ha hecho ninguna acción preventiva ni mostrado un plan de contingencia salvando su irresponsabilidad solo con acciones del INDECI del gobierno regional. Y hoy sabemos también por informe de los directores de Mazocruz, Capazo y otras instituciones educativas que el señor Juan de Dios Quispe Cahuana tampoco habría desarrollado campañas de prevención y contingencias del eminente peligro que constituye el volcán ubinas de Moquegua que vendría afectando a estas instituciones. Tanto así, que el gobierno ha decretado el estado de emergencia para las poblaciones de Tacna, Moquegua y Arequipa y menos para Puno. El programa PREVAED solo se ha limitado a gastar sus ingentes recursos económicos en un spot de propaganda de las heladas propalado por algunos medios de comunicación; sabemos que el resto del dinero se utiliza en el alquiler de camionetas con presupuesto sobrevalorados y los servicios de alimentación contratados en un restaurante del jirón Moquegua de Puno para llevar a este lugar a funcionarios de la DREP y de este modo consumar un faenón de malversación de fondos a favor de Ramos.
Miguel Ramos ya debió de ser retirado de este programa estratégico pero son demasiadas las manos oscuras del gobierno regional que lo protegen, incluido el funcionario del ministerio de educación Eduardo Jaime Alfaro Esparza quien también por una supuesta dádiva blinda estos actos negligentes y de corrupción. La ministra Flor Pablo y el actual director de educación ya deberían tomar las acciones de limpieza de la corrupción mafiosa encontrada en el programa.
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