Para muchos de nosotros es una labor muy complicada tener la mente en blanco durante un tiempo determinado, ya que es usual perderse en el mar del pensamiento, ahogándonos y naufragando en medio de inquietudes que nos asaltan una y otra vez. Pero sabemos que existen seres que han alcanzado estados iluminados en donde todo aquello que los rodea deja de existir.
Hay indicios de que la meditación es una práctica que tiene por lo menos 5000 años de antigüedad y que nace como una búsqueda del hombre para alcanzar su propia divinidad.
Dan fe de este conocimiento religiones como la Védica, la más antigua de la India, primero en su oralidad que se traslada de maestro a discípulo y que posteriormente se plasma en versos y poemas como el Mahabarata. En el método hindú hay un conjunto de reglas a seguir en el proceso de yoga para practicar con éxito la meditación, que además del conocimiento, se fundamenta en posturas, respiración y concentración. El objetivo es alcanzar el estado de uno mismo que se llama Moksha. En la filosofía budista este estado se llama Nirvana y se diferencia de las técnicas hinduistas por ser menos complejas.
En el Medio Oriente la meditación fue practicada por los sufistas, una rama mística del Islam, que se inclinó por la renuncia y la espiritualidad.
Existe una danza meditativa masculina llamada Sama cuyo origen está relacionado con el movimiento Sufi, se trata de los derviches giradores quienes al ritmo de flauta y tambores giran sobre sí mismos con los brazos extendidos entrando en una especie de trance y simbolizando “la ascendencia espiritual hacia la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego”.
Por otro lado, en el cristianismo, se podría decir que la meditación es un medio de conexión con Dios, San Francisco de Asís, por ejemplo, tenía largos periodos de éxtasis en los que solo se dedicaba a la oración y la contemplación. Tal era su fe y adoración a Dios que incluso llegó a ser estigmatizado con las mismas llagas de Cristo.
También, en el paganismo, los druidas y la magia Wicca, la meditación es una parte importantísima de sus ritos, en donde los estados alterados de consciencia, las visualizaciones y los trances, los ayudaban a visitar el mundo de los muertos.
Hoy en día la meditación ha llegado a occidente y con ella numerosos estudios científicos que validan la importancia de esta práctica en la vida y la salud del ser humano.
BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN
La meditación no sólo nos ayuda a estar más conectados con nosotros mismos, también es capaz de alterar positivamente nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestras emociones.
Se habla hoy en día de la neuroplasticidad cerebral, que significa que nuestro cerebro es capaz de cambiar constantemente. Estos cambios se dan en el momento en que nos hacemos conscientes de nuestros pensamientos, por eso la meditación es tan poderosa.
• Te hace una persona más feliz. La meditación mejora el pensamiento positivo, lo que ayuda significativamente a incrementar la autosatisfacción y felicidad en la vida.
• Ayuda a reducir la ansiedad. Las personas ansiosas se muestran temerosas sobre el futuro, y se obsesionamos con las posibles consecuencias. La meditación entrena el cerebro para tomar distancia respecto a los pensamientos.
• Ayuda a combatir la depresión. Las investigaciones dicen que la meditación tiene un impacto sobre los desórdenes depresivos en todas las etapas de la enfermedad.
• Mitiga los efectos del estrés: Es el mal del siglo XXI y la meditación enseña a dominar las emociones e intentar mantener la calma en situaciones difíciles.
• Aumenta la materia gris: Está comprobado que la meditación tiene grandes efectos físicos en el cerebro, Un famoso estudio realizado en 2011, descubrió que la meditación genera más materia gris en áreas clave, como las que controlan la autoconsciencia y la regulación emocional.
• Mejora la capacidad de atención y concentración: Una práctica de meditación continua hará que desarrolles tu capacidad de prestar atención durante más tiempo y de una forma más efectiva.
• Desarrolla la Creatividad: la meditación induce a un estado que promueve el pensamiento diverso y esto hace que se generen nuevas ideas.
• Ayuda a elevar el sistema inmunológico. Esto significa que los pensamientos, estados de ánimo, sensaciones y expectativas se transmiten a las células inmunes. Cuando una persona medita, estos mensajes cambian de manera importante.
• Aumenta la tolerancia al dolor: Está científicamente demostrado a través de escáneres cerebrales que la meditación activa y refuerza áreas cerebrales que están encargadas del procesamiento de sensaciones como el dolor.
(En el próximo número, aprende algunas técnicas de meditación)
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