Gloria Salas
El primer día del paro de 48 horas convocado por diversos sectores, fue un total fracaso en la ciudad de Puno. La medida estaba prevista en respaldo a los agricultores del Valle de Tambo, y en rechazo a los proyectos mineros que contaminan las cuencas Llallimayo y Coata.
Y es que el comercio ambulatorio, el transporte y las labores académicas en muchas de las instituciones de la ciudad de Puno, se desarrollaron con normalidad; asimismo, tampoco se vieron piquetes de manifestantes en las carreteras.
Solo se mostró el apoyo de los miembros del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) zona sur, quienes se concentraron en el desvío a Salcedo, para luego movilizarse por algunas arterias de la ciudad.
“Los maestros de la zona sur venimos asumiendo esta lucha; sin embargo, es indignante la desidia de organizaciones populares, que no asumen con firmeza esta convocatoria”, manifestó Moisés Chipana, secretario regional del SUTE Puno.
Y añadió: “No podemos permitir que los intereses de las empresas transnacionales se impongan y afecten a la población de la cuenca de Llallimayo y el Valle del Tambo”.
Por otro lado, triste fue la realidad en el Parque la Madre, donde solamente las juntas directivas del FOPP y la CUBUP estuvieron presentes para brindar su solidaridad a los agricultores de Valle del Tambo.
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