Por: Inkarikamaq
A diferencia del cristianismo, se piensa que solo los hindúes y tibetanos creían que al morir iban a volver a nacer, pero, resulta que en lo poco que se sabe de la religión andina, figuran algunos indicios que confirmarían que los incas también creyeron en la reencarnación.
Para empezar, la posición fetal de la mayoría de momias incas y preincas, nos hace suponer que los andinos creían que debían morir en esa posición, porque es la misma que adoptan los bebés cuando están a punto de nacer de sus madres.
Ahora, existen algunos manuscritos coloniales, que parecen haber documentado esta creencia inca.
Para empezar, en los capítulos 32 y 97 de la Crónica del Perú (1550), el cronista Pedro Cieza de León anotó las siguientes creencias incas:
“No tienen conocimiento de la inmortalidad del ánima enteramente, mas creen que sus mayores tornan a vivir, y algunos tienen (según me informaron) que las ánimas de los que mueren entran en los cuerpos de los que nacen”. “Y cuentan estos indios, que tuvieron en los tiempos pasados por cosa cierta que las ánimas que salían de los cuerpos iban a un gran lago, donde su vana creencia les hacía entender haber sido su principio, y que allí entraban en los cuerpos de los que nacían”.
Luego, en el manuscrito quechua anónimo de Huarochirí (Siglo XVI), se mencionan varias referencias directas e indirectas a la reencarnación, como:
“En aquella época, los hombres resucitaban a sólo cinco días de haber muerto”.
“Se dice que creían que iba a volver a su lugar de nacimiento Omapacha”.
“En tiempos antiguos cuando un hombre moría decían: nuestro muerto volverá después de cinco días ¡esperémoslo!”.
“Sabemos por procesos de idolatrías, que los muertos solían regresar a sus pacarinas”.
“El nacimiento de los curis es una señal que envía el huaca al culpable para que haga penitencia y que sustituye, durante un tiempo limitado a la muerte de los padres”.
Sobre esto podemos agregar que, en dicho manuscrito, los niños que nacían para reemplazar a sus padres, llevaban agregado el término Curi a su nombre, sea persona o animal (¿reencarnaban también en animales?). Y lo curioso de esto es que, uno de los protagonistas de este manuscrito, Huatiacuri, llevaba el apelativo Curi unido a su nombre (Huatia-Curi), lo cual indicaría que este personaje es un reencarnado, muy posiblemente de su padre, el huaca (dios) Pariacaca, al cual extrañamente vio nacer de cinco huevos.
Como ven, aún falta mucho por develar sobre las creencias religiosas incas, y si desean saber más sobre estos misterios del mundo andino, los invito a visitar mi canal de Youtube: Inkarricamac y a seguirme en mi página de Facebook: Inkari Kamaq.
Comentario sobre post