Alexandra Ramos
Desde tempranas horas de ayer, los alrededores de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) lucieron congestionados por gigantografías, banderas y otras publicidades de las academias de preparación universitaria, en el marco del examen de admisión reprogramado para los días 17 y 18 de agosto, por la Comisión Especial de Emergencia.
Una madre de familia que no quiso brindar su identidad, indicó que las academias se aprovechan de los exámenes de admisión para captar jóvenes, regalándoles compendios, llaveros y lapiceros; además, mostró su molestia por la bulla que generan.
Por otro lado, el orden se vio alterado por el tráfico de buses y combis, que se estacionaron en las arterias principales para llegar a la UNA, además de vendedores ambulantes de comida que colocaron sus puestos frente a la puerta principal de la casa superior de estudios.
A su vez, cientos de padres de familia recostados en zonas verdes de la universidad dejaron en malas condiciones esas zonas, puesto que arrojaron plásticos, botellas, volantes y demás contaminantes. Pese a los esfuerzos de la Policía Nacional del Perú, los asistentes no respetaron las zonas cercadas ni las indicaciones de las autoridades.
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