Una niña de tan solo seis años de edad murió calcinada dentro de su vivienda rustica, ubicada en el sector de Wacacchahuana, del Caserío Huararani, distrito de Macusani (Carabaya).
El ciudadano identificado como Claudio Pacco Mayhua (60) se aproximó hasta la comisaría del sector, indicando que su vivienda se encontraba totalmente quemada; según dijo, el terrible hecho ocurrió al promediar las 08:30 horas de ayer.
Lo peor de todo, acotó, es que al interior dormían los menores de iniciales M.P.A. (06) y M.P.G.F. (11). El incendio se habría suscitado, aseguró, de manera accidental, por una vela encendida.
La vivienda rústica, construida con paja y piedra, quedó inhabitable. Los menores de edad fueron los que se llevaron la peor parte: uno de ellos murió y el otro terminó con graves lesiones.
Los agentes policiales se trasladaron hasta el lugar para realizar la intervención, y encontraron un cuerpo totalmente calcinado, el de la menor de 06 años de edad, mientras que la otra terminó con graves quemaduras en el cuerpo.
De la misma manera, se constató que los dos menores anteriormente vivían en el jirón 8 de Diciembre del barrio Túpac Amaru de Macusani, con su madre Roxana Pacco Guzmán (26).
Asimismo, se sabe que su padre, identificado como Teófilo Mollocondo Ramos, de 40 años, se encuentra purgando condena en el Establecimiento Penitenciario de Juliaca (ex La Capilla), por el delito de homicidio.
El personal policial, en coordinación con Johan Tomas Pomari Orozco, fiscal adjunto penal de la provincia de Carabaya, realizó las primeras diligencias del caso.
Acto seguido, efectuaron el levantamiento del cadáver del menor de 06 años, mientras que el de 11 años, que fue diagnosticado con quemaduras graves de 2° y 3° grado en 18% de su cuerpo (en mayor parte en los miembros superiores), fue auxiliado y estabilizado.
Inmediatamente después, fue evacuado al hospital San Martín de Porras de Macusani y posteriormente trasladado a la ciudad de Arequipa, para su atención respectiva, según referencia del Hospital y sus familiares.
Cabe indicar, finalmente, que los familiares de las víctimas se dedican a las actividades pecuarias y tienen pocos ingresos económicos.
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