Fuente policiales y del Ministerio Público, confirmaron que Walter Aduviri Calisaya fue capturado cuando salía de un hotel limeño, y que no iba camino a una comisaría cercana para entregarse, como adujeron varios de sus allegados.
El seguimiento a la mujer identificada como Bettsy Lizzet Antezana Quillas, de profesión ingeniero metalúrgico, fue clave en la captura del gobernador regional de Puno. Ella, según fuentes policiales, escondió a Aduviri con el nombre de Edwin Hancco Soncco.
Este nombre, curiosamente, le corresponde al hermano del exfiscal Richard Hancco Soncco, quien postuló, aunque infructuosamente, al Gobierno Regional de Puno (GRP) por el movimiento regional Fadep.
De ahí nace la hipótesis de que el consejero por la provincia de Chucuito-Juli, Fredy Rivera, de las filas del Fadep, pero que desde el inicio laboró como si fuera oficialista (es decir, de “Mi Casita”), habría sido importante para ocultar a Aduviri Calisaya.
Sin embargo, llama también la atención que este último, al momento de ser trasladado por los agentes policiales, haya referido que fue “traicionado”. En ese sentido, se presume que el entorno de Fredy Rivera tuvo algo que ver, o el mismo consejero, ya que se opuso al pedido de licencia que hizo Aduviri.
Lo cierto es que ese grito de “traición” del gobernador regional, desde la ciudad de Lima, afectó a varios políticos en nuestra región, muchos de los cuales, poco a poco, se alejan de él.
SEGUIMIENTO
La policía empezó su búsqueda y estableció que se había escondido en un hotel del centro de la capital. Luego se trasladó al distrito del Rímac, y durante los tres últimos días antes de su captura, se alojó en el hotel Civa, en la avenida 28 de Julio del distrito de La Victoria.
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Agentes de Inteligencia informaron que la ayacuchana Lizzet Antezana Quillas se registró en la habitación 5602, en donde escondió a la autoridad puneña, pero con el nombre de Edwin Hancco Soncco.
La tarde del domingo, a las 16:50 horas, los policías encubiertos que mantenían vigilado el lugar, vieron salir a la joven y abordar un taxi. Detrás de ella salió Aduviri, vestido con un pantalón negro y una chaqueta azul. Inmediatamente lo capturaron. Así se puso fin a sus 17 días de prófugo.
Si bien la defensa de Aduviri argumenta que este iba a abordar el vehículo para acudir a una comisaría y ponerse a derecho, fuentes del Ministerio Público indicaron que estaba planeando ir a una embajada en busca de asilo.
Jorge Rimarachín, asesor del hoy encarcelado gobernador, aseguró que el aymara había evaluado asilarse en Bolivia, México, Uruguay o Nicaragua.
La noche del lunes 26 de agosto, Aduviri fue trasladado a Puno y, al arribar, se mostró temeroso y desconfiado, incluso exigiendo la presencia de su abogado para el reconocimiento de medicina legal. Desde ese día duerme en el penal de Yanamayo.
El 14 de agosto, Aduviri fue sentenciado como coautor del ‘aymarazo’. Las protestas convocadas en Puno en rechazo a su captura no tuvieron el respaldo anunciado.
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