Alan Ever Mamani Mamani
El texto “Nacimiento de una utopía, muerte y resurrección de los incas”, de Manuel Burga, fue editado por segunda vez en setiembre del 2005. En sus páginas iniciales del libro, aclara el conceptos de utopía andina, considerando a un conjunto de actitudes y comportamientos sociales en el que se buscaba la restauración de la sociedad indígena derrotada y conquistada por los españoles. Asimismo, la utopía andina ha logrado ser interpretada de acuerdo a cada grupo social: los campesinos indígenas la han convertido de Inkarrí, los nobles rebeldes en el regreso del Tahuantinsuyo, los políticos modernos en la prédica de una identidad indígena y los técnicos actuales la tradujeron en programas de recuperación de técnicas, plantas y animales propios de las ecologías andinas.
En el pueblo de Mangas, departamento de Áncash, se dice que fue probablemente el único lugar de la sierra central donde se bailaba el Masha. Ahora, es denominada una fiesta; pero posiblemente era un taqui, ritual sagrado que progresivamente se haya secularizado para escapar de la furia de los doctrineros y de los extirpadores de idolatrías de la época colonial. Esta transformación de taqui sagrado a fiesta profana implicó cambios fundamentales en su estructura, función y representaciones simbólicas. Pues, desde la perspectiva histórica y etnográfica, estas fiestas indicaron un desprecio por el indio, una admiración por lo colonial y la búsqueda de una identidad nueva. El que se puede notar en las actuaciones de la comparsa Inca-Capitán, reflejando la realidad del encuentro desigual entre una aparente docilidad indígena y el potencial bélico español alentado por la fe cristiana. En efecto, las manipulaciones de los curas doctrinarios y la persistencia de los rituales indígenas han dejado una marcada presencia en la actual fiesta patronal.
Por otro lado, sobre la muerte de un imperio. Nos da a conocer de los presagios, impotencia y resignación que comenzaron a invadir la conciencia de las noblezas gobernantes incas, antes de que los españoles desembarcaran en Tumbes. La entrada de los españoles, luego de la entrevista con Atahuallpa en Cajamarca, este fue el primer contacto con el inca, consumándose después la primera masacre indígena, dónde los españoles arremetieron con sus espadas, produciéndose así una estampida humana. Después de la captura ocurrió la muerte del inca Atahuallpa. En todo estos sucesos, los españoles actuaron con astucia, en sus proyectos futuros de conquistar territorios como era la captura de Cusco, la mítica y fabulosa capital del Tawantinsuyo, el que fuese su objetivo urgente e inmediato. Entonces se hicieron aliados con la nobleza inca, designándole como sucesor a Túpac Huallpa, luego a Manco Inca. A efectos de ello, los indios obedecieron a los españoles como a hombres enviados de su dios Sol, algunos creyeron que se trataba del regreso de los viracochas, por lo que no le resistieron en la conquista como pudieron.
La dominación española, a posterior implicó un despertar en los indios, lo que se llamó la resistencia andina. Manco Inca ya había mostrado su inconformidad frente a la brutalidad del trato al cual fue sometido, se dio cuenta que los españoles no eran dioses, sino que eran mortales, llenos de codicias. Igualmente, en la “república de indios” la situación se presentaba dramática: la reducción demográfica, el peso excesivo de tributo, la tiranía y despotismo de algunos curacas, entre otros. Lo que también ocasionó inconvenientes, uno de ellos la revuelta de los rebeldes de Vilcabamba, una resistencia armada para frenar los desmanes de los nuevos explotadores europeos, de la misma forma el Taki Onqoy, considerada como una forma de nativismo y una praxis social de resistencia a la opresión extranjera. Se dice que el fin de la resistencia se dio con la ejecución de Tupac Amaru I, sin embargo ello produjo importantes consecuencias, uno de ellos es la resurrección del inca, interpretándose ello en el mito del Inkarrí como un rumor de utopía.
Por otro lado, los sistemas religiosos andinos, factibles de ser reconocidos en sus relatos míticos, también sufrieron una alteración casi irreparable. A tal punto que, frecuentemente, se habló de la “muerte de los dioses indígenas” como secuela de la conquista. Pues, se concibió la conquista como la derrota y muerte de los dioses andinos. Ante esta situación la iglesia colonial jugó un papel dominante, con la extirpación de las creencias religiosas indígenas y erradicación cultural.
En conclusión, los cronistas: Santacruz Pachacuti, Guaman Poma y Garcilaso de la Vega, fueron los intelectuales de la utopía andina, por la representación a estereotipos sociales, expresando las voces de diferentes élites indígenas regionales, además se consideraban despojados de sus antiguos privilegios y vivían en una situación de exilio personal y marginalidad social. Guaman Poma, planteaba la primera utopía andina más globalizante y moderna: rechazando a lo español, idealizando la historia pasada, como un orgullo de la identidad india y proponía una restitución de ese orden perdido. Por su parte, también Garcilaso de la Vega, vertía de la segunda utopía andina: el que era el imperio inca, considerando el Cusco como la Roma del Nuevo Mundo, y los incas como los introductores de los grandes dioses, de la agricultura, la ganadería, etc. Por otra parte, la utopía andina, es entendida como el programa para restaurar la sociedad indígena, había nacido como una idea de mitificar lo inca; sin embargo las fiestas andinas se convirtieron en las fiestas populares de la utopía, donde en estos acontecimientos las sociedades andinas buscan un reencuentro con su pasado.
Comentario sobre post