Bailarín. Tres altos funcionarios de nuestra casita municipal se fueron de parranda. ¿A dónde? Nada más y nada menos, que al concierto de los Kjarkas. Dentro de la manchita había uno que resaltaba, y era el de Transportes, quien con jolgorio único se regocijaba con cada canción de los boliches. Caray, si así como se baila trabajara, todo sería excelente.
Más Ganas. Los hinchas del equipo de los puneños están algo ansiosos y estresaditos. Y es que el club de sus amores, pese a haber ganado, no termina de convencer. Muchos, sin embargo, confían en siquiera llegar a la siguiente instancia de la fase nacional, donde esperan perder honorablemente. ¿Cómo?
Luquelovers. Nos cuentan que el Asustín no tenía muchos amigos en el Gobierno regional; es más, a la gente le gustaba hacerle bullying. ¿Cuántas cosas estarán cambiando ahora? Seguro el juefe está analizando a quiénes sacar y a quiénes poner. Nosotros empezaríamos por el tal Eztaña. Ya tiene varios roches el hermanito. ¡Muchos!
Gestión. Parece que el hermano Valter era bien escuchadito en las Limas, porque los ministros lo recibían con su grupo de especialistas para tener las respuestas por si se ponía sabroso. Lo que nos gustaría saber es si ahora, con el Asustín, cambiará todo. Lo seguro es que el trabajo del sargento García, alías Juan Buque, será superado… Aunque ese apellido… ¡Uhmmm!
¿Cómo lo hacen? Por cuchicietuagésima vez cerraron una de las discos informales de Punomanta, pero la gente no se cansa, sobre todo los pulpines que en menos de 2 semanas hacen recuperar todo lo que los dueños pierden en manos de la muni. Todo el mundo sabe que se ríen de los operativos, algunos dicen que hay informantes no muy serenos que también se cachuelean en los operativos de Transporte. ¡Uyuyuy!
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