José Carlos Mariátegui fue un extraordinario periodista sin universidad, que dio cátedra desde la “Revista Amauta” a los intelectuales de su tiempo y, por qué no, a los actuales. Aquí una correspondencia con otro gran autodidacta, Gamaliel Churata.
De Gamaliel Churata a José Carlos Mariátegui
Querido compañero
Carlos Mariátegui:
Puno, 27 de noviembre de 1926
No tiene U. que agradecerme por la colaboración que presto a “Amauta” y “Minerva”. Cuando los hombres se reúnen con fines humanos, la colaboración es obligatoria y entonces el agradecimiento sobra.
Desde los primeros años declaré mi credo revolucionario. Cuando U. probablemente se nutría de selecta literatura, lo que sin duda le ha procurado esa admirable pureza y agilidad de su expresión, yo vomitaba (siempre sólo poder hacer eso) toda la dinamita que la esclavitud del indio producía en mis nervios. A los quince años desafiaba a duelo a un gamonal, a causa de los indios, y a los diecisiete me encarcelaban a causa de haber insultado el gobierno de Benavides. Soy, pues, orgánicamente, un vanguardista (en verdad que la palabra también me ha cansado) y mi colaboración a su labor obedecen a eso, como a eso obedecerá la que preste cuando el momento de la liquidación haya llegado. Vuelvo a decírselo. No tiene nada que agradecerme.
Amauta y las publicaciones Minerva se venden en varios puestos, el principal en librería Nueva. Esos señores perciben el premio que Uds. fijaron. De manera que puede U. Tener la seguridad de que mi actividad será completa y alegre para colaborar con U. la obra que se propone (sólo conozco su espíritu; su programa no aunque huelga conocido aquel) y porque me doy cuenta de su importancia.
Ahora venga el Gamonal de las orejas. Su juicio me agrada. Tenía que venir así. Yo soy también blanco de conciencia y gusto de las palabras escuelas. Ha acertado U. y no podría ser de otra manera, puesto que es U. un hombre de corazón y un crítico perspicaz y bien documentado. Precisamente me proponía no llegar a lato al hacer un panfleto: el gamonal, según entiendo, es una composición donde no escasea la vida expresada por una bestia de nervio sensible.
No; nunca tuve la idea de enviarle eso para la publicidad. Conozco las concesiones que una revista tiene que hacer, para subsistir. Yo buscaba su opinión, ésta ha llegado limpia y ventilada y además certísima y me basta, querido compañero. Y gracias le sean dadas por este consejo y los que todavía pueda darme en el curso de nuestra ingenua actividad de escribientes.
Le ruego decir al señor Gerente mis recados respecto a pedidos de libros que le hice, y recomendarle me envíe algunos catálogos de obras nuevas que tengo unas diez librejas para comprar libros. Deseo la Revista de Occidente, una colección y una suscripción para el año que se avecina.
Le abrazo cordialmente, compañero Mariátegui. Este movimiento cordial que nos une tiene entre tantas ventajas, la de aproximar a los hombres, rompiendo las distancias que inventó la cortesía burguesa. Suyo.
Churata
Tan pronto como pueda voy a arañarme algo para Amauta.
Sin compromiso de publicidad, le remitiré pronto algunos trabajos de aca, por si los juzgue de interés, Sobre todo de orden sociológico.
Sabogal me devolvió TOJJRAS. Cuánto lamento que su amable solicitud haya llegado tardía.
Otro abrazo.
Le ruego dar El Gamonal a Magda, quien deseó que los conozca.
(Tomado de “Correspondencia” Tomo I, de José Carlos Mariátegui, Editora Amauta, págs. 193-194 )
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