Grupos de manifestantes mantuvieron ayer nuevos enfrentamientos con la policía en las inmediaciones de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en el centro de Quito, a la que algunos denominan la “zona cero” de las protestas contra los ajustes económicos del Gobierno.
Los manifestantes retomaron la calle, luego de horas de tregua mientras se agilizaban las gestiones para la apertura de una mesa de diálogo directo con el presidente el país, Lenín Moreno, quien aceptó conversar con los manifestantes para tratar de poner fin a las intensas protestas contra su Gobierno.
En medio de un ligera lluvia que cayó en la tarde sobre la zona céntrica de Quito, decenas de indígenas volvieron a chocar con la Policía que usó abundante gas lacrimógeno para tratar de dispersarlos.
La reanudación de los disturbios se dio pocas horas antes del inicio del diálogo entre los dirigentes indígenas y el presidente Moreno, que se desarrollará en las instalaciones de la Escuela Superior Politécnica del Ejército (ESPE), situado en el sector del valle de Sangolquí, un valle en el este de la ciudad.
La Policía mantiene un fuerte resguardo policial en las inmediaciones del complejo de la Casa de la Cultura, en cumplimiento de un “toque de queda”, que rige desde el sábado, y un estado de restricción parcial a la circulación de personas y vehículos que decretó el Gobierno el pasado 03 de octubre.
En tanto, el ejército de Ecuador levantó parcialmente un toque de queda en la capital, Quito, hasta las 20:00 horas de ayer, pero dijo que seguiría restringiendo el movimiento en partes del distrito norte de la ciudad.
TOQUE DE QUEDA
Las fuerzas armadas de Ecuador salieron a las calles después de que el presidente Lenín Moreno ordenara por primera vez en décadas un toque de queda de 24 horas, como respuesta a un día de ataques a edificios gubernamentales y de prensa.
La noche del sábado, el ejército había recuperado control del parque y las vías que dirigen a la Asamblea Nacional y la Contraloría, a la que irrumpieron los manifestantes, quienes prendieron fuego al interior del edificio.
Asimismo, Moreno anunció algunas concesiones en el paquete económico al que se opusieron muchos ecuatorianos, aunque no hizo cambios al incremento en los precio de los combustibles, el factor que provocó las protestas y enfrentamientos a nivel nacional.
El presidente indicó que su gobierno abordaría algunas preocupaciones de los manifestantes, analizaría cómo asegurar que los recursos lleguen a zonas rurales y ofrecería compensaciones para los que sufrieron pérdidas económicas debido a la inestabilidad de los últimos días.
“Con quienes tengan la decisión de dialogar, lo haremos”, dijo Moreno en comentarios difundidos en radio y televisión. “Ese proceso tiene avances y espero darles pronto buenas noticias, porque diferentes organizaciones y sectores han confirmado su voluntad de dialogar”.
Para muchos en Ecuador, que se había convertido en uno de los países más seguros y estables de la región, el día de violencia fue una sacudida terrible.
“Quito tuvo un día muy difícil de mucha tensión y miedo para los ciudadanos”, dijo María Paula Romo, ministra del Interior. “Lo que tuvimos hoy (ayer) no se ha visto con anterioridad”, acotó.
Antes de ser presidente, Moreno fue el vicepresidente de Correa y ambos hombres pasaron por una amarga división cuando Moreno intentó contener la deuda pública acumulada bajo el mandato de Correa.
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