DOCUMENTAL SE ESTRENA EN LAS DIFERENTES SALAS DE CINE DEL PAÍS
Por: Roger Tahua Delgado
Al ingreso de Arequipa, exactamente a una hora y cuarenta minutos del Centro Histórico de la ciudad, se encuentra el óvalo central donde se observa una pujante población, cuya mayor actividad es la agricultura. Sin embargo, lo que resalta es una estatua de un militar de pie, vestido con su uniforme de armas. Se trata de Juan Velasco Alvarado
Es obvio que si las autoridades correspondientes colocaron este monumento en ese lugar, debe tener un significado para la población.
‘La revolución y la tierra’ es el título escogido para un documental que está siendo proyectado en las salas de cine de nuestro país y de nuestra ciudad. Esta cinta nos ha regresado a épocas que inclusive no vivimos, pero que han sido parte de nuestras vidas hace más de 50 años. La imagen del general Juan Velasco Alvarado perdura en el tiempo y en el imaginario de muchos compatriotas.
Las escenas recopiladas, los testimonios dados sirvieron para conservar nuestra memoria y repensar la construcción colectiva que debemos realizar de nuestro país.
Lo narrado y reflexionado por sociólogos, historiadores, dirigentes campesinos y de cooperativas agrarias, pobladores y dueños de haciendas podrían lograr que entendamos lo que ocurrió en 1968 al instaurarse el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas y que tuvo como principal acción política la Reforma Agraria, entregando la tierra de los gamonales y latifundistas a las comunidades, es decir, a aquellos quienes trabajaban la tierra.
Este suceso histórico tuvo el apoyo y la aclamación de la mayoría de la población peruana.
Cuando uno recuerda novelas como Aves Sin Nido de Clorinda Matto de Turner o Los ríos profundos de José María Arguedas, que desde la ficción literaria trataron de alzar una voz, luego de observar el documental empieza a entender las razones por las cuales se dio ese golpe de Estado. Aunque para unos fue una revolución, para otros tuvo sus raíces en los hechos que se daban en las haciendas del interior de nuestro país, sobre todo, en la parte sur, que es donde se registró el mayor sufrimiento de la masa indígena en manos de blancos gamonales que se creían dueños de la tierra.
Componentes sociales, políticos, económicos, raciales son los que se incubaron y desarrollaron en los movimientos pre y posgobierno militar.
El historiador Hugo Neira decía en el documental que, si Velasco no implementaba la reforma agraria, Sendero Luminoso hubiera triunfado en el país. Razones no le faltaban.
El documental da cuenta de la presión social que venía desde el campo y de los movimientos sociales y guerrilleros que se produjeron antes y después del gobierno militar. Imagino que más de un hijo o nieto de algún hacendado podría levantar una ceja en señal de desacuerdo por lo plasmado en el documental, pero los hechos no pueden ser negados. El documental intenta ser una manera de repensar estos hechos.
Velasco fue el personaje que plasmó, en todo caso, la aspiración de millones de indígenas, de campesinos que reclamaban su lugar en la sociedad peruana que no los consideraba como parte integrante. Es interesante como una acción de hace muchas décadas, a través de un documental, nos ponga a pensar que aún no hemos terminado de construirnos como país.
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