Daniel Rojas Bolívar es médico cirujano egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, investigador en ciencias de la salud con artículos publicados sobre educación médica y calidad de atención en salud.
Asimismo, es autor del “Diario de un interno de medicina: aproximaciones a la educación médica y el sistema de salud en Lima, Perú” (Instituto de Estudios Peruanos, 2018). Como escritor, obtuvo el premio nacional de poesía del Colegio Médico del Perú (2018).
Su “Diario de un interno de medicina” es, sin duda alguna, la experiencia del internado médico en un hospital público de Lima. Se muestra cuáles son las características de la formación de los profesionales de la salud y cuál es su repercusión en la salud de los pacientes.
El libro centra sus críticas en aspectos como el autoritarismo médico, la precariedad del sistema de salud, y los procesos de transformación de los internos de medicina a médicos.
El aporte del libro está en exponer sobre la educación médica hospitalaria “desde adentro”. Fue concebido como una especie de diario de campo, pero puede ser leído como una etnografía hospitalaria.
Brinda, en ese sentido, información que difícilmente puede ser obtenida por el periodismo, los científicos sociales y los pacientes, debido al hermetismo de la profesión médica.
Busca, consecuentemente, desarrollar un cambio en la formación de los médicos, ofrecer nuevas perspectivas de investigación y ser una fuente de información para estudiantes, docentes, académicos y pacientes.
El recibimiento de la crítica fue positiva. Es un libro que actualmente es materia de lectura en cursos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), la Universidad de Juárez (México), entre otros.
Según Daniel Rojas Bolívar, el libro surgió como una necesaria crítica a la educación médica. En los años de estudios en el hospital, estaba centrado en aprender sobre la medicina, la clínica y la patología. Encontraba mucho gusto y fascinación en aprender sobre las enfermedades y su tratamiento.
Sin embargo, en años posteriores, observaba que los pacientes eran maltratados y la calidad de atención era un problema que afectaba la salud y la vida de los pacientes.
“En ese momento cambió mi perspectiva: ya no observaba pacientes con cuadros patológicos, sino personas vulnerables frente a un sistema de salud que los puede perjudicar”, sostiene.
Y acota: “Este cambio de enfoque lo quise plasmar en una investigación con el fin de que haya un cambio que favorezca al paciente y a los futuros profesionales de la salud”. Sin embargo, en medicina, el enfoque predominante es la investigación cuantitativa que no brindaría una interpretación profunda sobre la información obtenida.
Debido a ello, decidió ahondar en la investigación cualitativa. Por tal motivo, aprovechando el derecho estudiantil de la cátedra libre, asistió a clases de antropología y sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
“Ahí mis perspectivas se ampliaron y aprendí sobre la investigación social en salud. Ahí surgió la idea de una etnografía hospitalaria. Sin embargo, no he tenido entrenamiento en etnografía, así que me recomendaron que elabore un diario donde describa los hechos que suceden dentro del hospital”, reconoce.
Luego del internado, acudió a los talleres de sociología y antropología de la salud dirigida por la profesora Carmen Yon, en la Pontificia Universidad Católica del Perú. En ese periodo surgió la propuesta de la publicación del libro.
Asimismo, señaló que le interesa “aprender de todo”. “Encuentro un gran placer en el aprendizaje y el asombro. Tuve la fortuna de conocer personas que me alentaron a disfrutar del aprendizaje y la contemplación”, suelta.
Y revela: “Desde adolescente estoy interesado en aprender sobre la sociedad, pero también sobre la naturaleza. Debido a mi interés por aprender, me retiré un año de la facultad de medicina para poder estudiar ciencias sociales y humanidades en San Marcos, pero también participé en un grupo de astronomía y pude escribir poesía”.
Por último, Daniel Rojas Bolívar refirió que cuando terminó la carrera de medicina, quiso ampliar sus conocimientos y fue alumno libre en la escuela de estadística, en la facultad de matemáticas de San Marcos, donde aprendió bioestadística y demografía.
“Es un camino difícil, pues no es la forma ‘tradicional’ de llevar la carrera médica; sin embargo, valoro la autonomía… y esta forma de vida me permite tener una perspectiva diferente sobre la medicina y la salud”, finaliza.
Su libro es considerado como uno necesario para entender el sistema de salud y las políticas en salud.
Comentario sobre post