Por: Américo Huanco
En el año 2016, Devida inició la ardua labor de renovar, con productos alternativos, las parcelas de quienes alguna vez cultivaban productos ilícitos. Este año, la historia de los productores pioneros de tal reto está cerca de capitalizarse con la producción del mejor cacao del Perú.
Anhelo desinteresado
Max Álvarez, coordinador de la Tarea Cacao, recuerda cómo el año 2016 llegaron a San Gabán, con la meta de alcanzar 180 hectáreas de cultivo del fruto, y lo difícil que fue conseguirlo.
“Nosotros llegamos cuando acababa de finalizar un periodo de erradicación de coca; el objetivo era brindar la alternativa de sembrar productos lícitos, de manera que sus parcelas no queden improductivas, pero la tarea no fue nada fácil”, recuerda el ingeniero.
Rememora también la negativa de las autoridades locales de aquel entonces frente a la llegada de Devida; tal intransigencia obstaculizaría el objetivo, que solo logró inscribir a 120 beneficiarios, más del 40% de las familias que actualmente gozan del privilegio de cultivar transparentemente.
Tal anhelo, como describe Álvarez, fue un proceso que se tuvo que sacar adelante con la ayuda de los primeros favorecidos con la llegada de la institución, algo que hoy se ha vuelto ciertamente desinteresado, pues las contrariedades son diarias entre agricultores y promotores.
Recelo ilícito
Justamente, las dificultades de llevar a cabo una tarea formal en la fructífera selva puneña, paradójicamente, fue y es una adversidad con la que se tiene que lidiar en un distrito en el que por mucho tiempo ha ganado terreno –literalmente- la siembra ilegal.
Como atestiguan los mismos técnicos, las desavenencias han llegado a desencadenar accidentados encuentros, como el de marzo del 2018, cuando un piquete de exaltados huelguistas irrumpió intempestivamente una capacitación de Devida a cultivadores, obligando a participar a estos últimos, contra su voluntad, en una protesta frente a la Hidroeléctrica de San Gabán.
“Lo que están haciendo es una falta grave”, manifestó en aquella ocasión Fernando Izquierdo, uno de los primeros inscritos al proyecto, quien salió en defensa de los trabajadores, lo cual le costó el rechazo de los pobladores que aún no toleran la llegada de los productos alternativos.
Este recelo ilícito que, como lamentan los defensores del cacao, tendría el respaldo de las autoridades locales, sorprendentemente ha incluido amenazas que, para el enojo de muchos, no han podido truncar los vigorosos frutos de cacao que evidencian los cultivos carabaínos.
Gestión
La ardua labor que tanto agricultores como impulsores tienen que cumplir bajo el abrasante calor de la floresta puneña, que en cierta manera se ha vuelto peligrosamente personal, ha hecho que las gestiones sean cada vez más fuertes.
Los 24 profesionales que brindan asistencia técnica a agricultores de San Gabán (Puno) reforzaron sus conocimientos en formación de facilitadores de Escuelas de Campo para Agricultores (ECA).
Con la formación de especialistas de campo, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) busca mejorar la producción de cacao en el valle de San Gabán, a través de la incorporación de sesiones demostrativas y la importancia de las prácticas colectivas de agricultores en las ECA.
“Buscamos formar facilitadores de escuelas de campo, con metodologías de capacitación vivencial no formal, la experiencia es la base del aprendizaje”, concluyó Ramón Ríos Ríos, especialista en formación de facilitadores.
Explicó que, a través de evaluaciones realizadas en el campo, en adelante los temas a capacitar van a estar en función a la toma de decisiones de los productores y no en función al técnico. “Lo que tenemos que hacer es captar su problema, analizarlo, consensuarlo, discutirlo y tomar la mejor decisión para que ellos mejoren su nivel de productividad”, acotó.
Durante tres días, el personal técnico de Devida fortaleció sus capacidades sobre metodologías de capacitación vivencial no formal, y serán los encargados de replicar sus aprendizajes en favor de los agricultores de los distritos de San Gabán (Puno), Camanti (Cusco) e Inambari (Madre de Dios).
De esta manera se busca mejorar el nivel de productividad de más de 300 agricultores beneficiarios de la actividad de cacao que promueve Devida.
Antes y después
Francisco Quispe, agricultor precursor del cacao en San Gabán, cuenta con orgullo el cambio que ha efectuado dicho producto en su vida.
“Yo cultivaba coca en Tingo María, porque la planta prácticamente crecía sola y no necesitaba mucho trabajo (…) Pero siempre había temor, porque en realidad (el cultivo) no iba de acuerdo a la ley”, sostiene el productor nacido en Yunguyo, quien ahora puede cultivar apaciblemente sus productos alternativos, pese a haber sido reacio al inicio.
Del mismo modo, Claudia Cruz, productora que, junto a su esposo y familia, es propietaria de cerca de nueve hectáreas de plantación de cacao, manifiesta que dicho fruto, al igual que el arroz, fue cultivado por su esposo en la zona desde hace más de tres décadas.
Ahora, el haber vuelto a cultivar un fruto legítimo de la selva puneña, la llena de confianza, pues ella y su familia tienen el respaldo de Devida, cuyo personal, mediante el atento asesoramiento y respaldo, marca un antes y después en su día a día.
Algo más:
La actividad que financia y ejecuta Devida desde el 2016 consiste en asistencia técnica, en la diversificación productiva de bienes y servicios alternativos sostenibles.
Dato:
Para el 2020, Devida ampliará los cultivos alternativos a 453 hectáreas en el valle de San Gabán. 60 hectáreas de cacao, 30 hectáreas de cítricos asociados con piña y 20 hectáreas de cadena de valores.
Cita:
“No se puede menospreciar el sacrificio diario, constante; los agricultores merecen más respeto de las autoridades”
Miguel Bustinza, Cooperativa Agraria San Gabán
“Queremos que Devida siga con nosotros. Tres años es muy poco para hacer contundente el cultivo de cacao en la zona, su asesoramiento es necesario”
Marco Condori, agricultor
“La acción de Devida vino a fortalecer proyectos como Acción Agraria que anteriormente promovían el cacao, esperamos que ahora se consolide”
Ernesto Valeriano, agricultor
“Piensan que somos traicioneros y no nos dejan trabajar tranquilos; esperamos más respeto de nuestros propios paisanos”
Juan Castillo, agricultor
“Nosotros promovemos actividades lícitas en la zona y alternativas económicas con el café, cacao y frutas. La coca no nos compete”
Juan Luna, representante zonal Devida
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