Luis Gallegos
California, 4 de julio del año 1982.
Señor: Filimón Pérez Inkawanaku
QOLLASUYU :
Dear Filimon .
Hace tiempo que no te escribo, no es que no piense en ti, sino que es por falta de tiempo. Regreso a los Estados Unidos después de cuatro años de haber permanecido en el Collao, tu tierra natal, que es para mi una experiencia de truenos y rayos que se precipitan a diario en ese mundo altiplánico, recién te escribo esta carta .
Aquí, en los Ángeles, más de un millón de peruanos habían llegado como inmigrantes desde el año 1975 en que viaje a tu país. No solo peruanos han llegado sino también mexicanos, vietnamitas, coreanos, persas y chinos de Taiwán, inclusive refugiados como los Zomosa y los parientes de los dictadores caídos en el Medio Oriente, en América Central y en el Asia. También encontré a unos peruanos parientes de los de la Piedra dueños de Pomalca. ¡Imagínate! Todo esto ha pasado en cuatro años que he permanecido en el Collao.
Ahora estoy tratando de integrarme de nuevo a la vida norteamericana. Acá, nosotros no tenemos la psicología de la inflación, lo que es muy necesario para comprender cómo en el Collao los precios se multiplican por mil. Te contaré: yo vivo en un tugurio por el que pago 45 dólares al mes. Acá no construyen más alojamientos ni casas, sólo especulan con la llegada de tanto dinero robado en Irán, en Nicaragua, en el Perú y en Vietnam. Los refugiados han invertido su dinero en propiedades urbanas. Las casas que antes se vendían en 13 mil dólares ahora las venden en 540 dólares.
Me tienes constantemente escribiendo mi tesis que me han robado en tu país, ahora escribo otra tesis al que le he buscado el título de: “Collao, tierra de hombres soñadores”. Para concluir este trabajo lloró, agonizó, no como, he perdido peso, he perdido también cabellos y, sobre todo maldigo a la persona que me ha robado mi tesis allá en tu tierra. Como te conté me robaron mi tesis junto con mi ropa y algunas pertenencias en la víspera de salir del Collao. Tuve que abandonar de miedo tu país.
Acá no hay trabajo para los profesores universitarios, famosos doctores están trabajando como guardianes en las cárceles públicas. Y si un sociólogo o un antropólogo encuentran trabajo le pagan menos que a los recolectores de basura. Por eso siempre he dicho que los pastores de las punas viven mejor que la mayor parte de los gringos norteamericanos.
Mi querido Filimón, los recuerdos que he traído de tu tierra maravillosa nunca las olvidaré. El Collao es cuna de hombres soñadores porque ustedes viven cerca de las estrellas del cielo, tienen gran capacidad creadora, sobre todo inventiva y fantasiosa. Recuerdo como en cuatro años que viví en el Collao ustedes han elaborado una cantidad fabulosa de proyectos, subproyectos, programas y convenios, por ejemplo el proyecto colza, el proyecto del cultivo del trigo de invierno, la construcción del Cristo del Altiplano, la basílica de Cancharani, la planta de pasteurización de la leche en Illpa, el ferrocarril internacional, el parque industrial, la central de cooperativas, la construcción del malecón, la gran región Mariátegui, las empresas mineras del padre León, los convenios con los diferentes países del mundo y, por último, la gran cantidad de oficinas creadas que existen en tu pueblo.
Mi querido Filimón escríbeme comunicándome si estos proyectos se han concretizado, y si ya están funcionando. Para lo sucesivo, para cuando estén elaborando más proyectos o, para cuando algún político e quiere vender o encajar un proyecto te envío un aparato muy eficaz de nueva invención fabricada por los japoneses, de marca Togo Siki que sive para detectar la eficacia de los proyectos y para evaluar a los políticos demagogos que abundan en tu tierra. El aparato se llama Cojudiómetro. Su funcionamiento es muy sencillo pues anda con corriente eléctrica, con pilas y con wayk’una en casos de apagones que son muy frecuentes en tu pueblo Para su correcto funcionamiento es cuestión de mover una palanca que va al costado derecho del aparato las instrucciones para hacer caminar el Cojudiómetro se encuentran en el folleto que va adherido a la antena Está escrito en inglés español, francés, ruso, japonés, quechua, aimara y chino.
Estoy seguro que no vas a tener problemas con el funcionamiento del Cojudiómetro. Cuando algún político les quiere vender, con su dema gogia, un proyecto o cuando alguien postule al cargo de alcalde o el de gobierno regional apliquenle el Cojudiómetro para detectar si es un perfecto cojudo. Apenas enchufan al tomacorriente verás cómo automáticamente brotan tres ojos como los ojos de los trilofites. Si el proyecto ofrecido por el político es pésimo enciende una luz roja, si es regular luz amarilla y si es buena luz verde. Si el político o el candidato a ocupar un cargo público es un cojudo su rostro aparece en la pantalla del Cojudiómetro. Filimón, cualquier falla que tengas te solucionaré por carta, les deseo que tengan buena suerte en sus gestiones con el Cojudiómetro Recibe un abrazo de tu amigo del alma. Hasta pronto, espero tu respuesta
Richard Charkibill .
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