Abel Rodríguez
Itinerario laboral
Trabajé en el Programa de Integración de la Población Indígena, implementado por el gobierno de Bustamante y Rivero. Participaron en ese programa personajes notables como Luis E. Valcárcel, quien fuera ministro de Educación. Este programa no solo se implementó en el Perú, sino también en Bolivia, con la contribución de Elizardo Pérez, y en Ecuador, a cargo de Miguel M. Portilla. Pero este procesos en el Perú, lamentablemente fue trunco, tras el derrocamiento de Bustamante, por el general Manuel Odría, quien tras el golpe desconoció todo este proceso emprendido por el Programa de Integración de la Población Indígena. Se crean en Puno, en el gobierno de Odría, tres centros de formación profesional para los jóvenes hijos de los aborígenes: un centro de promoción social en Taraco, equipado con herramientas donadas por Alemania; otro en Chucuito, con maquinaria donada por EE.UU., allí se hacía trabajo en carpintería, mecánica y automotor; y finalmente en las pampas de Ilave, en Camicachi, con equipo donado por la Organización Internacional del Trabajo, que además donó un motor para dar luz. Trabajé tanto en el Perú como en Bolivia, alternando el periodismo y la antropología.
Experiencia como antropólogo
Con la creación del Banco Agrario, que tenía como uno de sus objetivos dar crédito para el mejoramiento de los animales (este banco fue dirigido en Puno por el ingeniero Horacio Castro, llegado de Lima con todo un equipo), tuve oportunidad de conversar con los campesino en su idioma, es decir en el aymara, idioma que yo hablo; les dije que se organicen para que indiquen cómo querían que se realizara este proceso con el Banco. Por ejemplo, en Camacachi estaba organizado en sectores, que antes eran estancias; ellos decidieron organizarse tomado como base esto, todo este diálogo se dio en aymara.
Posición frente al indigenismo
En Puno se fundó una escuela de escritores de corriente indigenista, dirigido por Arturo Peralta, que adoptó el nombre de Gamaliel Churata, junto con su hermano Alejandro Peralta, Aurelio Martínez, Inocencio Mamani, y demás intelectuales. Con estas circunstancias y referencias, orienté mi escritura, a través de la creación de la revista Camicachi, que llegó a publicarse hasta el número treinta. En esta revista son los propios campesinos los que colaboraban directamente; por ejemplo, en un número salió un texto de Juan Kille. Él era músico, y en ese trabajo narró su experiencia a su regreso de la ciudad de Tacna, y cómo fundó una banda de veinticinco músicos; asimismo, detalla cómo era la relación familiar. En ese marco se publicaba la revista Camichachi.
Sendero en Puno
En Puno llegó el tiempo en que apareció Sendero Luminoso. Entrevisté, recuerdo, a un joven que decía ser argentino, lo entrevisté en el Club Unión; me dijo a un inicio que apellidaba Delfino, pero yo sabía quién era en verdad y de dónde venía; era, pues, el gringo Olivares, que había venido de Arequipa, que había llegado con catorce personas más, entre varones y mujeres, la mayoría de Ayacucho. En una fiesta en el Club Unión me lo presentaron, era un tipo muy ameno, conversador, le encantaba soltar alguna broma de cuando en cuando, allí también estaban otros puneños que formaron parte de ese grupo. En Azángaro dio lugar a uno de los muchos enfrentamientos entre la policía y este grupo. En la comisaría solo había cinco policías, y el gringo Olivares con su gente, que eran aproximadamente quince personas, tenían ese conocimiento, intentaron tomar la comisaría, pero diez minutos antes llegaron refuerzos, en un número de diez efectivos, de tal modo que se dio un enfrentamiento en igualdad de condiciones, al menos con el número de hombres; ya pasado cierto tiempo, el gringo Olivares y su grupo tuvieron que emprender la retirada, rumbo al Kunurana, y en un desfiladero, antes de que lograra huir, el gringo Olivares fue alcanzado por un proyectil. Lo hirieron gravemente, y posteriormente falleció, logrando escapar el resto de sus hombres. Sin duda intentaron implantar el terror en la región.
El camino de lo maravilloso a lo real
Mis textos siempre eran recreación de hechos que acontecían en el altiplano, yo no me inventaba nada; por ejemplo, tengo un cuento que titula la Fiesta de la tía Braulia, narra sobre una señora de Acora, de nombre Braulia Aguilar, que tenía siete haciendas; una mujer muy poderosa socialmente en ese tiempo. Sucedió que una ocasión recayó en ella la organización de la fiesta de la Virgen del Rosario, la octava; mandaba a cambiar chuño por vino, el día de la fiesta hacía cambiar el tanque de agua, y mandaba llenarlo con vino, de tal forma que de la pila salía vino, y los que bailaban tenían a la mano el vino, invitaba a jueces, abogados y a otros hacendados de la región. En esa ocasión mandó a traer cholitas de sus haciendas, y ya caída la noche, ella les decía que era hora de descansar, no había luz eléctrica, y las autoridades esperaron un poco más de tiempo, y ya avanzadas las horas, gateaban al cuarto donde estaban descansado las cholitas mandadas a traer por la señora Braulia; ya en la mañana, una de las cholitas, muy preocupada, fue donde la señora Braulia, y ya estando al frente de ella, le dijo que había encontrado un objeto raro, la señora Braulio pidió que se lo enseñara, y posteriormente soltó una carcajada, era un pene ortopédico, uno de los concurrentes a la fiesta había olvidado una de sus pertenencias. Ya en el cuento narra el desenlace. Pero de esta forma yo he ido construyendo mis textos.
Algunas vetas literarias
Mis lecturas son variadas; por ejemplo, me agrada mucho Cortázar, y el trabajo de Gabriel García Márquez.
La reforma, Velasco y Gallegos
Juan Velasco Alvarado sin duda intentó cambiar las cosas para bien, a través de su reforma agraria, pero empezó mal, al tratar de copiar el modelo de Yugoslavia; ese fue su error fundamental. ¿Qué teníamos que ver nosotros, aymaras y quechuas, con ese país? Lo otro interesante fue que durante su gobierno se comenzó a gestar la idea de recuperar los territorios perdidos tras el conflicto con Chile, en esto último tengo mucho por contar, lo haré en mis memorias que ya estoy elaborando, con ayuda de mi nieto Leo Cáceres.
Algunos objetivos
El periodista debe enfocarse en los problemas que afectan a la región de Puno, pero un enfoque más objetivo, no impulsado por cálculos políticos o favores amicales.
El escritor tiene que mirar más la realidad, recuperar las historias que están en forma abundante en toda nuestra región.
Sobre el erotismo
En mis libros los personajes hacen el amor, y eso es porque si no hubiera erotismo, la humanidad se hace un buen rato se hubiera terminado; lo erótico no es ajeno a lo andino, todo lo contrario, es parte importante, las aves expresan su erotismo, y el poblador del ande ¿por qué tendría que ocultar algo que es propio de la naturaleza? La clave, me parece, es tener un estilo que considere al lector.
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