Estados Unidos desplegará hasta 3.500 soldados adicionales en Medio Oriente en medio de una nueva escalada con Teherán, debido a que este último viernes falleció Soleimani el poderoso general iraní en Bagdad, fue víctima de un bombardeo lanzado desde un dron estadounidense.
Los refuerzos estadounidenses pertenecen a un grupo de reacción rápida de la 82a división aerotransportada, que se encontraba en estado de alerta desde el ataque del martes de una turba proiraní contra la embajada de Estados Unidos en Bagdad, según el Pentágono.
Soleimani murió por el disparo de un dron contra el coche en el que viajaba. En el ataque, a las afueras del aeropuerto de Bagdad, murió además Mehdi al Muhandis, número dos de las Fuerzas de Movilización Popular o Hashd al Shaabi, una coalición de paramilitares mayoritariamente proiraníes integrados en el Estado iraquí.
Por ello, Irán prometió vengar al general Qasem Soleimani “en el lugar y momento apropiados”, tras el audaz ataque aéreo de Estados Unidos que disparó la tensión en Medio Oriente y en el mercado petrolero, que reaccionó al alza, mientras la comunidad internacional pedía calma.

La orden de matar a Soleimani partió del presidente Donald Trump después del ataque a la embajada, informó el Pentágono.
Ese poderoso dirigente militar de 62 años debió ser asesinado “hace muchos años”, insistió Trump en un tuit.
Se trata de “la operación de decapitación más grande jamás llevada a cabo por Estados Unidos, más que las que mataron a Abu Bakr al Bagdadi u Osama bin Laden”, jefes del Estado Islámico (EI) y de Al Qaida respectivamente, según Phillip Smyth, un especialista estadounidense en grupos armados chiitas.
Fuente: AFP
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