León Isaac Quispe Huaranca (*)
Según la revisión de las principales actividades de corte cultural a nivel de la región Puno, el año 2019 termina con una marcada lógica de celebrar u organizar algunos eventos interdisciplinarios en espacios públicos, para mostrar o exhibir -si fuere el caso- textos de diversa índole y de las principales editoriales del país, Latinoamérica y el mundo.
Por supuesto, hubo una expectativa especial por conocer al Premio Nobel de Literatura 2019, que este año recayó en el austriaco Peter Handke, lo cual ha generado una auténtica avalancha de críticas. El guionista, novelista y poeta es una figura altamente controversial por su apoyo a los serbios durante la Guerra de Yugoslavia en la década de los 90.
El ministro de exterior de Albania, Gent Cakaj, fue uno de los más críticos con la decisión y escribió en Twitter que el premio era vergonzante por haber sido otorgado a un “negador del genocidio”. El autor austriaco reconoció estar “asombrado” tras ganar el premio y dijo que la decisión había sido “muy valiente por parte de la Academia sueca”. Además, se defendió de las críticas afirmando que su forma de pensar “no era un crimen”.
Aun así, cada una de estas actividades tienen como finalidad el de retomar el quehacer cultural conjunto y dinámico que no solo se suscribe a la venta de libros, sino también a la participación de autores, gestores y actores de la cultura regional y nacional.
Estos eventos de corte cultural tienen por objetivo reflexionar con espíritu crítico frente al próximo y cercano Bicentenario del Perú, a partir del enfoque descentralizado e intercultural, donde nuestra región genera espacios para desarrollar acontecimientos importantes en espacios públicos.
En ese sentido, es destacable la organización de este tipo de actividades, donde se pone en vitrina la venta una diversidad de obras literarias para que los lectores los puedan adquirir.
Así también, hemos visto otros eventos de carácter nacional, regional y local, donde algunos gobiernos locales han apostado por integrar en sus Programas Centrales de Aniversario la participación de la población mediante remembranzas de la historia de los pueblos, organizando concursos de poesía y canto en quechua, aimara y castellano.
De esta forma se motivó, sobre todo, a los escolares en la creatividad, innovación e identidad con la tierra que los vio nacer. No faltaron los concursos de danzas, concursos de estudiantinas, bandas de guerra de los colegios, artesanías, exposiciones pictóricas entre otros.
En el 2019 hubo muchas presentaciones de diversos materiales bibliográficos, fundamentalmente a nivel de la ciudad de Puno y Juliaca, donde los autores, las editoriales y entidades auspiciadoras permitieron que se cumpla el propósito de emerger cada vez con mayor profundidad en la producción literaria.
No vamos a destacar quién publicó más o menos, pero es valorable que todos nosotros llevemos en la sangre las letras. Por algo se dice de Puno que es una “Tierra de escritores, poetas y artistas”, que año a año demuestran sus dotes en la escritura y creatividad.
También es de destacar que cada año los ciudadanos y autoridades puneñas centran su atención en la Festividad Virgen de la Candelaria, “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, donde se concentra la mayor diversidad de la estirpe cultural dancística y policromía de disfraces, tanto de corte costumbrista como autóctona, mestiza y de luces, que liga con la modernidad.
Allí participan desde los más pequeños hasta los jóvenes y adultos. Desde luego prosiguen similares actividades durante el año, con diversas manifestaciones culturales en las fiestas de guardar y otros en cada comunidad, centros poblados, distritos y provincias.
Esa amplia gama de celebraciones permite establecer todo un programa de actividades y participación de ciudadanos y ciudadanas en el recordatorio de estas celebraciones, que ya se encuentran calendarizadas en cada contexto territorial de nuestra región.
Las nuevas generaciones, especialmente la juventud, tiene una relevancia especial, pues ellos acceden a eventos en el ámbito cultural, concentrado más en el uso de los equipos digitales como celulares, navegadores en el internet, considerados como streaming, Netflix, HBO, Amazon Prime Video, Movistar, Filmin, Spotify, Apple Music, Kindle Unlimited o Storytel –entre otras–, que han modificado radicalmente lo hábitos de consumo de series, cine, música, libros o videojuegos, al tiempo que alteran por completo el ecosistema de su producción y distribución.
Esta generación tiene una sincronía con las redes sociales más extendidas y con las aplicaciones móviles que se han amplificado exponencialmente en el uso e impacto como generación digital.
Entonces, ya podemos hablar del consumo cultural digital. Es muy probable que en ese escenario en constante mutación esté la inminente entrada de otras plataformas por el conflicto entre China y los Estados Unidos. Y que la precariedad en la lectura siga avanzando tanto en el nivel de las representaciones sociales, como en el de la vida cotidiana de quienes las imaginan y realizan.
De hecho, el sustento que damos hoy es que seguramente ingresamos a los relatos globales, una especie de consolidación de las narrativas y los proyectos culturales que imaginan personajes modernos y dibujan escenarios diversos para todas las edades a nivel de las redes sociales.
No es de extrañar que sea así si se tienen en cuenta la globalización, el turismo, los parques temáticos y la perspectiva digital, que ya es asumida como normal por los seres humanos, aunque nuestra mirada siga a metro y pico del suelo.
Por lo tanto, sigamos apostando para que haya una buena costumbre de leer y escribir textos digitales y físicamente, que desde luego es entrar en un mundo fascinante: el de la literatura.
* Docente de la Universidad Nacional del Altiplano. Facultad de Ciencias Sociales – E. P. Sociología.
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