Abulrahman, de 8 años, recién llegado de Yemen como refugiado, suspendió una prueba de alemán y debe seguir cursos separados de los niños austriacos, una decisión que genera debate en el país ya que hace temer que se instaure un sistema excluyente.
Unos 6.300 niños en todo el país están en el caso de este niño de grandes rizos negros. Las clases especiales para alumnos que no hablan alemán fue uno de los proyectos emblemáticos de la coalición de conservadores (ÖVP) y de la extrema derecha (FPÖ), en el poder desde diciembre de 2017 hasta mayo pasado.
El gobierno defiende una integración que el nuevo equipo ministerial, dirigido por el canciller Sebastian Kurz, se propone continuar. Los Verdes, que han sustituido a los nacionalistas como socios de coalición de los conservadores, reclaman ajustes de la reforma.
“Es una manera de impedir la exclusión definitiva de los alumnos incapaces de seguir debido a una falta de competencias lingüísticas”, afirma el ministro de Educación, Heinz Fassmann (ÖVP), renovado en sus funciones.
La directora de la escuela Felbigergasse, Petra Revay-Schwarz, considera que la mezcla de todos los niños, independientemente de su nivel de alemán, no sería un freno al aprendizaje. Al contrario, “ellos progresarían más rápido si pudieran interactuar con los austriacos”.
Funete: AFP
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