Chile a tres meses del estallido social y de la crisis más grande durante 30 años, coincidió con una nueva gran marcha en la céntrica Plaza de Italia, renombrada como Plaza de la Dignidad, en la que la policía sacó el camión de agua y lanzó botes de gas para dispersar a un sector de manifestantes que respondían con el lanzamiento de piedras.
En este contexto, se conoció que el presidente Piñera descendió hasta el 6% de popularidad, la cifra más baja de la historia de los dirigentes de América Latina.
Encuestas divulgadas esta semana señalan que entre un 55% y más del 60% de los encuestados aprueba las protestas. La policía admirada por 57% de la población en 2015, hoy es una de las instituciones más desprestigiadas con solo 17% de respaldo, según reveló la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP).
Un plebiscito el próximo 26 de abril, que decidirá si se cambia o no la Constitución heredada de la dictadura, luce como el único plan concreto para bajar la tensión, aunque muchos dudan si logrará ese cometido.
Durante la crisis social han muerto 27 personas, 3.649 lesionados 405 de ellos por heridas oculares, se presentó 191 delitos de violencia sexual y los 842 casos de uso excesivo de la fuerza, según datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos. (AFP).


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