Fuertes tormentas de granizo se abatieron sobre la costa oriental australiana este lunes, eran del tamaño de pelotas de golf, mientras “apocalípticas” tormentas de polvo barrieron zonas afectadas por la sequía, unos eventos extremos que conviven con los incendios que consumen partes del país desde septiembre, empeorados por el cambio climático.
El servicio meteorológico local pidió a los habitantes del sureste del Estado Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sidney, que estén preparados porque se avecinan las tormentas. “Se prevén fuertes tormentas que pueden producir daños, vientos destructores, posiblemente gigantes tormentas de granizo y fuertes lluvias que pueden acarrear inundaciones en las próximas horas”, advirtió la oficina.
Imágenes tomadas en el occidente Nueva Gales del Sur muestran una fuerte tormenta de polvo que se dirige hacia ciudades del interior. Habitantes de la zona señalaban que se había vuelto de noche en medio del día.
“Realmente fue un filme apocalíptico, una enorme ola viniendo hacia nosotros, realmente impresionante. Simplemente hubiera deseado que en vez de polvo nos hubiera traído lluvias”, dijo Ashleigh Hull de la ciudad de Dubbo.
En Victoria, donde los incendios seguían activos, las fuertes lluvias eran bienvenidas en el norte. Sin embargo, el primer ministro del Estado, Daniel Andrews, dijo que la lluvia significa “condiciones mucho más peligrosas” para los operarios de maquinaria pesada para entrar a zonas afectadas por los incendios, mientras los aludes de tierra complican los esfuerzos para abrir carreteras cerradas.
Fuente: AFP
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